DIXON LOVE¹ | Carl Grimes [Reescribiendo]

2.11 The Best Angels

"Los Mejores Ángeles"

"Dream " | "Imagine Dragons"

"Y todos esos dolores que he sentido, me hacen creer que todo es un desastre, pero quiero soñar"

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Dean se encontraba frente a la tumba de Dale, la tierra recién removida y las rocas acumuladas demostraban el tiempo con el que se hizo. No sabía exactamente en qué momento ocurrió, o qué fue lo que realmente sucedió, pero ahí estaba. Un caminante lo había mordido, y ese fue el fin. Nadie dijo nada más. Dean miraba la tumba sin expresión en sus ojos, los sollozos de los demás flotaban en el aire, incluyendo los de Emily. Pero él permanecía inmóvil, sin derramar una sola lágrima.

Se sintió confundido. ¿Era una mala persona por no llorar? ¿Dale se sentiría mal si supiera que no estaba llorando en su tumba? Diez meses habían compartido. ¿No era suficiente para al menos sentir una punzada de tristeza?

No se sentía feliz, pero tampoco triste, y esa indiferencia lo confundía y lo hacía cuestionarse. Los sollozos continuaban alrededor suyo, cada lágrima era testimonio del cariño que sentían por Dale. Dean suspiró. Ni su padre, Rick, o incluso Shane estaban llorando. ¿Era eso lo que significaba sobrevivir? ¿Volverse insensible al dolor ajeno para poder seguir adelante? No lo sabía, pero no le parecía correcto; aunque no pudo hacer mucho para cambiarlo.

Dean sintió un roce en su hombro. Levantó levemente la mirada y se dio cuenta de que ya todos se habían retirado. Su padre, a su lado, movió la cabeza indicándole que también se iría. Dean asintió y se quedó un rato más antes de retirarse. Durante todo el camino, no pudo evitar seguir pensando en lo que sentía. ¿Tal vez el haber estado cerca de la muerte lo había hecho insensible a aquella muerte? No, eso no tenía sentido; al menos no para él. ¿Tal vez su enojo? Tampoco, realmente ya no se sentía enojado.

Su mirada se alzó y, en algún momento, llegó frente a la casa de los Greene. Con un suspiro, se sentó en el porche, con sus pensamientos aún a tope. El ruido de la puerta abriéndose lo hizo girar. Sus ojos se encontraron con los ojos azules de Carl, y ahí se quedaron por mucho tiempo. Tal vez, si esto hubiera pasado ayer, se hubiera ido molesto, pero ahora... simplemente se quedó ahí, en silencio, mirando cómo Carl se movía incómodo en su sitio, inseguro de si acercarse o no.

El silencio entre ellos era tenso. Finalmente, Carl dio un paso adelante y se sentó a su lado en el porche. Carl sacó una pequeña piedra del suelo y comenzó a jugar con ella entre sus dedos. Dean observó el movimiento, usándolo como una distracción. Al final, la piedra fue lanzada al jardín y ambos miraron su trayectoria, perdiéndose en el momento.

"Fue el mismo caminante", soltó Carl de repente. Dean lo volteó a ver confundido, hasta que la realización lo golpeó directo en la cara. El caminante de ayer, el que casi lo muerde, al que Carl iba a disparar, era el que había matado a Dale. Pensó que debería sentirse mal, aún más triste; claro, no era una buena noticia, y no lo alegraba para nada, pero tampoco sentía las lágrimas acumularse en sus ojos como solían hacerlo.