Tanjiro Kamado. Un joven omega de 14 años.
Tenia una familia cariñosa que era compuesta por 6 personas.
Su padre había muerto 9 meses atrás por causa de una enfermedad. Su madre estaba embarazada cuando el murió por lo que quedo en un estado critico...
Estaba cambiándome con la ropa que me dio Masumi-sensei para la Selección Final.
Era un kimono de color azul oscuro con flores de Hortensia con linternas y puntos esparcidos por el color azul como estrellas, junto una camisa sin mangas negro y en ves de pantalones eran unos shores cortos negro y mis zapatos. El haori se me caía por los hombros. Intente arreglarlo bastantes veces pero al final lo deje así.
Al terminar fui a despedirme de todos.
– ¡Tanjiro-kun!, ¡pero que hermoso te vez!, me darías envidia per- – Fue detenida por Masashi-sensei antes de terminar toda la oración.
– ¿Pero que Masumi-sensei? – Pregunte confundido mirando como se sobaba la cabeza por el golpe.
– Créeme Tanjiro-kun es mejor que no sepas lo último – Dijo Nahiara-sama mientras me hacia una seña de que me acercara a lo que hice caso – Tu pelo creció mas Tanjiro-kun.
En eso siento como me dan un coscorrón mientras Nahiara-san me amarraba el pelo en una cola alta – Y cuidado de que llegues aquí con el pelo corto que si no te matan los demonios te mato yo – Dijo Masumi-sensei con una vena sobresaliendo de su frente.
Nahiara-san se acerca a mi oreja – «No queras verla enojada...Da miedo...Mucho miedo cuando se enoja...»
Un escalofrió me recorrió la columna.
– Entendido Nahiara-san... – Al voltear veo como se aleja a quien sabe que – Oh?, Nahiara-san que paso? – Cuando ella vuelve veo como trae un espejo en la mano.
– Mira Tanjiro-kun, ¿Qué tal? – Ella mostro mi reflejo. ¿Ese soy yo?.
Me pase las manos por la cara viendo mi reflejo – «Wow...» – Dije asombrado con un hilo de voz. Voltee a ver a Nahiara-san con una sonrisa – Gracias Nahiara-san.
Ella sonrió orgullosa – Llame Rumi Tanjiro-kun, después de todo no hace falta las formalidades – Le sonreí asintiendo.
– Bien Tanjiro-Kun, se te hace tarde. Tienes tres días de camino. Y recuerda, NO llegues con tu cabello corto – Dijo Masumi-sensei y empieza abrazarme maternalmente pasándose de fuerza.
– Masumi-sensei no respiro....– Ella me suelta con lagrimas en los ojos de mala gana – ¿Masumi-sensei?...
– Tranquilo Tanjiro ella esta pendeja y eso nunca se le quitara. Vete ya antes de que me arrepienta y te ponga entrenar otros 4 años.
Una gota de sudor callo de mi frente y asentí rápidamente.
– ¡Adiós a todos!.
Ellos asintieron y me devolvieron el adiós. Masumi-sensei seguía llorando a mares pero logre escuchar su adiós.
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