2

44 6 0
                                    

-Lock, eres muy habilidoso usando esa cosa.

- Te lo agradezco pequeña, Pero no le digas así a lo que te salvó la vida, sin ella habrías muerto inmediatamente.- Soltando una pequeña risa.

La pequeña niña solo miraba con seriedad, había mucha sangre sobre la mesa mientras el "médico" arrancaba cada órgano útil del cadáver y los guardaba en frascos.

- Lock....tu no eres un médico ¿verdad?.

El adulto detuvo su acción por pocos segundos, para luego continuar.

- Veo que ya te diste cuenta pequeña, Pero eres inteligente, ya sabia que podrías deducirlo en algún momento, no soy un médico....soy un hombre que busca experimentar con la vida,buscar respuestas a mis preguntas, sin importar el costo.

- ¿Me enseñas? Yo también quiero respuestas .- Pregunto sin cambiar su expresión- Quiero saber y aprender, quiero experimentar, quiero matar....personas, mujeres y hombres, destruir y entender este mundo.

Lock, volteo por fin, notando los ojos llenos de irá, - Es un demonio- pensó, sonriendo a sus adentros, tanta ira y soltó en un cuerpo tan pequeño, tenia tanta suerte, al encontrarla dudaba que sobreviviera a la operación, Pero ella era fuerte y la mantenía viva el inmenso deseo de venganza.

- Está bien...veamos lo que puedes hacer.
















Los meses pasaron, con ellos la mente de ___ se habría a nuevos  conocimientos, para su maestro era la pupila perfecta, obediente y siempre aceptando cualquier tipo de conocimiento, sin juzgar ni preguntar de mas solo escuchaba y aprendía.

- Feliz cumpleaños pequeña ___- Exclamó despertando un día- Ven que tengo un regalo para ti.

Ayudándole a vestirse y sentarse en su silla de ruedas, la dirigió a la cocina, de un modo y otro había desarrollado cariño hacia la pequeña, alterando gran parte de la casa para que ella pudiera movilizarse sin su ayuda. En la cocina le esperaba un pastel de su sabor favorito y una vela.

La pequeña después de tanto tiempo, sonrió, no sabía que Lock tuviera sentimientos.

- Muchas gracias maestro, se ve delicioso.- Sonrió tiernamente acercándose a la mesa- Había olvidado por completo mi cumpleaños.

- Lo sospeche, pero...aún hay más.- Informo con cierto aire juguetón- Querida, tu sabes que a mis 287 años, me encuentro fatigado y satisfecho ante mi trabajo, mi poder quiero dártelo a ti.

-¡No! No lo haga maestro, si me lo da usted...usted va a morir- Pidió con lágrimas en los ojos, aferrándose al brazo del mismo- Si me la da, los años de vida pasarán sobre usted.

- Lo se pequeña, pero existe posibilidad de que con ella puedas volver a caminar.- Explico tratando de hacerla entender.

-¡Pues no quiero! Estoy bien así y se que tú solo quieres lo mejor para mí pero, solo... Yo no quiero que te vayas Lock, ya perdi a mucha gente.

El amor solo suspiro acariciando la cabeza de la pequeña, viendo como más lágrimas caían por su rostro y sus ojos anteojos parecían peceras entre ellas, juntando todo el amor que el tenía la abrazo fuertemente, dejándola llorar, el también sufría al hacerle esto, pero era lo mejor, así tendría más posibilidades de vivir tranquila.

- ___, la Kiōyū- Kiōyū, te dará todo lo que me pidas, mi habilidad de caminar, más años de vida, salud lo que quieras.- Dijo extendiendo su mano derecha a su rostro, acariciando este suavemente.

Ante esto, ___ se horrorizo y trato de apartar la mano del hombre sin exito alguno.

"Con la izquierda se obtiene y con la derecha se da", recordo mientras Lock solo la miraba con una sonrisa y su rostro cada vez parecía hacerse más viejo.

- Antes de morir.... Tengo otro regalo para ti, según los rumores de una familia de antiguos Dragones Celestiales que viven cerca de la costa, ahora solo pide mi niña.

___ temblando, asintio respirando profundamente.

- Lock..comparte conmigo tu conocimiento y tu habilidad de caminar.- Pidió.

En ese momento sintió una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo, mientras las imágenes, sonidos y sensaciones llegaban a su mente, cada pequeño dato que el cerebro de Lock tenia, ahora se encontraba en el suyo, estaba en un completo frenesí mientras trataba de asimilar, el conocimiento de 200 años.

Cuando su frenesí termino, dejo su cuerpo caer, respirando con dificultad, sentía que no había respirado durante años, el aire le faltaba.

Al dirigir la visita hacia donde antes estaba su mentor y amigo, ahora solo quedaba un montículo de polvo.

Tranquilamente, sujeto los bordes de su silla, aunque no sentía que sus extremidades inferiores volvieran, no se sorprendió cuando sin dificultad alguna se puso de pie rumbo a la salida de la casa.

Tomando una mochila, puso en ella toda la comida que encontró en la casa, ropa abrigada y agua.

Busco en la alacena encontrando todo el alcohol que Lock no había alcanzado a beber antes de morir y lo derramo por el lugar y alrededores. Suspiro antes de dejar caer un fósforo y ver la casa arder en llamas.

- Contigo muere todo Lock, nadie sabrá lo que sucedió en este lugar, prometo hacer buen uso de tu regalo maestro.

Luego dio media vuelta y se dirigió al lugar en dónde, esperaba encontrarse con su querido amigo.



















La caminata no fue de mucho tiempo, a tan solo 30 minutos escucho a un grupo de gente riendo y unos extraños impactos.

No era un grupo numeroso y dos de ellos se encontraban golpeando con ramas a dos pequeños niños pelirubios que ___ no tardó en reconocer, enseguida se acercó cautelosamente por detrás al tipo que golpeaba a Doflamingo, escondida en su mano tenía una gran roca.

- Disculpe señor, puede compartir algo conmigo?- Pregunto con una extraña sonrisa.- Vera quisiera pedirle su fuerza.

Ante la petición el hombre extrañado cayó al suelo completamente exhausto, caía muerto por el cansancio, era un hombre bastante alto y grande por lo que su fuerza era mucha, ___ sintió que podría quebrar el piso de un puñetazo y con la roca que tenia escondida ni dudo en lanzarla hacia el hombre que golpeaba a Rocinante.

Ante el impacto un desagradable sonido, de sus cesos cayendo al suelo y su cráneo roto, causo que el resto del grupo huyera despavorido.

- ¡Doffy!, no te preocupes ya estoy aquí.- Exclamó al verle inconsciente, mientras lo hacía beber un poco de agua.

Luego de asegurarse de la salud de Doflamingo se dirigió al menor, notando que ambos sostenían unos trozos de pan añejo y con moho.

- Maldita sea, Pobre de Doffy el no merece nada de esto, el debería estar en tierra santa, no en este asqueroso mundo. Doflamingo se merece grandes festines en bandeja de plata no está...está basura.

Amor Al Demonio ( Doflamingo X Fem Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora