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Cuánta tristeza, sus esfuerzos habían sido en vano, pues aún con toda la energía y salud que dirigió a su cuerpo, la enfermedad fue más poderosa.

Y ahora inerte en esa cama, descansaba por fin de su sufrimiento, tan hermosa y pacífica que uno podría creer que solo está durmiendo, teniendo hermosos sueños de un mundo y una vida mejor. Descansa querida mujer, que tus hijos aprenderán de esto.

En este momento se forma un quiebre, un gran abismo se abre entre los hermanos, uno que busca el consuelo en los brazos de su padre aferrándose a lo poco que le queda y el otro desarrollando un gran odio que poco a poco lo carcome por dentro pudriendo su alma y corazón, mientras se aferra al único ser que considera puro, que lo entiende y de verdad lo ama.

Un demonio se empieza a formar y su maldad infecta, contagiando su mensaje de muerte, llamando las atenciones de ciertas personas.

Las desgracias no se hicieron esperar, la gente del pueblo por fin los descubrió, todo paso tan rápido, se sentia tan inútil al ver cómo tenian a la familia Donquixote, colgada cual animales mientras el calor de las brazos los quemaba y sofocaba poco a poco, podía escuchar el llanto de Rosinante, las súplicas de Homing.

- ¡Por favor, liberen a mis hijos!...¡Castigenme a mi!, ¡Pero liberen a mis hijos!

Mientras ella era brutalmente golpeada por las mujeres y hombres furiosos del pueblo, la veian como una traidora, una perra que se vendió a los dragones celestiales, ¿Por qué ella seguia viva y sus familias y amigos no?, ¿Que tenía esa niña de especial?.

Los golpes venían de todas partes y se le hizo imposible el ponerse de pie, mientras su tan querido amigo sufría la insertidumbre de ser alcanzado por alguna de esas flechas, grito tratando de soltarse  de pronto la voz de Doflamingo la hizo voltear a verle.

-¡Recordare esto...!- Anuncio con su voz quebrada y llena de irá- ¡Recordare esto bastardos!, yo no morire, ¡No importa lo que hagan, no moriré!...y juro que...¡Que los mataré a todos!.

Entonces lo sintió, sintió frente a ella un inmenso poder el poder de un demonio no, el poder de un rey, el hombre destinado a reinar sobre todo el mundo un ser perfecto, un demonio criado en la ira y la tristeza que tendría a todo el mundo bajo sus pies.

Su cuerpo fallo ante tal muestra de poder, no pudo evitar el sonreír al ver a Doffy demostrar lo superior que era y finalmente cayó inconsciente.





Sus ojos se abrieron y percibió que ya no se encontraba en medio de la contienda, el cielo no tenía ese horroroso color rojo, de hecho se encontraba en una casa y una muy familiar.

- Por fin despiertas mocosa.

Enseguida se volteo asombrada al escuchar esa voz después de tanto tiempo y allí se encontraba, no había cambiado nada. Ante la sorpresa se puso de pie, grande fue su sorpresa al notar que de sus extremidades inferiores también habían vuelto.

Sin tomarle importancia corrió a los brazos de su maestro teniendo que este desapareciera.

- Ya, no llores recuerda que la novia de un rey debe ser fuerte- Menciono dejando extrañada a la niña- No creas que no he visto como te trata ese muchacho, tienes novio he mocosa.

- ¡¿Nos viste?!- Exclamó avergonzada separándose inmediatamente.

- Oh claro que lo hice, esos largos paseos por la playa o cuando pasan horas solo abrazándose o recostados en silencio.- Se burlo.- Pero, creo que debo decirte dónde estas.

- Si, explícame maestro me encuentro algo confundida.

Lock sonrió y le explicó que se encontraba en una parte del inconsciente de la niña, gracias a qué ella poseia todo su conocimiento el también aprovecho para dejar un poco de el en su inconsciente, para poder comunicarse con ella de vez en cuando.

- Ese novio tuyo, es todo un tema.

- Si lo es, pero en el fondo tiene un gran corazón, todos los días me demuestra que no soy solo una adquisición, el otro día incluso me pidió matrimonio- Comento con cierto nerviosismo- Yo,  quiero apoyarlo, ser de utilidad y poder estar a su lado por siempre.

- Y lo quieres, - Soltando un suspiro- Ay niña, ese corazón tuyo te llevará a tu perdición. - Por un momento su mirada se dirigió a los pies de la infanta-¿Ya le dijiste?

La niña se removió en su asiento negando con la cabeza, sintiéndose mal al esconder ese secreto.

- No quiero que se sienta mal- Confesó- Menos ahora, la madre acaba de morir y debe estar muy consternado con lo sucedido en el pueblo.

Notando la tristeza an la niña y la necesidad de esta en cuidar de ese mocoso de sangre divina busco en su memoria algún dato sobre la familia Donquixote a lo que recordó un pequeño dato.

- Dressrosa.

- ¿Qué dijo maestro?-- Cuestionó extrañada .

- Investiga sobre un reino llamado Dressrosa, creo que ya estás despertando, ven a visitarme otro día.
















- ¡Ya está despertando!- Anuncio una voz aguda y chillona.

- Alejate un poco estúpido la vas a a asustar.

Parpadeando ante la brillante luz ___  se vio rodeada de extraños, ante la primera impresión retrocedió asustada pero, al notar la precencia de Doflamingo entre ellos su corazón se calmó.

Aunque no por mucho tiempo, su mirada se llenó de horror al ver que su vestido estaba por sobre sus rodillas o lo que quedaba de ellas, dejando al descubierto su secreto.

De inmediato se cubrió tratando de explicárselo a Doflamingo esto obviamente fue inútil, el no solo estaba enojado si no que se sentía inútil, por su culpa su mejor amiga y confidente estaba en ese estado, la reciente muerte de su madre no hizo mas que empeorar la sensación.

- Do-Doffy... Yo puedo explicarlo.

-¿Quien fue?, ¿Cuando paso esto?, ¿Por qué no me dijiste nada?.

Las preguntas caían cuál lluvia, al igual que sus lágrimas mientras veía todo el daño que le había provocado, ¿Acaso no solo ella si también sus padres habían sufrido?, ¡Maldición! Ni siquiera la pudo proteger a ella. ___ por su parte también sufría al ver que el rubio no le dirigía la mirada, desesperada se aferró a el.

- Fue la gente de mi pueblo, cuando quemaron la mansión también hicieron lo mismo con mi casa yo pude escapar, pero fui muy lenta y me atraparon- Exclamó llorando ante el recuerdo, sus palabras salían tan rápido que sentía que el aire en sus pulmones le era insuficiente para todo lo que debía confesar- Un hombre me dió una fruta del diablo y gracias a ella pude fingir que caminaba, también por eso pudo retrasar la muerte de tu madre... No te dije nada porque no quería ser una carga, en verdad yo no quería mentirte pero, pero todo paso tan rápido...

Doflamingo paso de ella, tomando un objeto de la mesa.

Una pistola.

___ tembló, ¿Acaso hiba a matarla?.

Amor Al Demonio ( Doflamingo X Fem Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora