benjicot blackwood

A treeline promise

Benjicot Blackwood x Fem Bracken reader

[18+MDNI!!]

Resumen: te estabas preparando para la batalla, sola en el bosque, hasta que un Blackwood se te acerca. Cuando te reta a una pelea, no lo piensas dos veces y la cosa se calienta

Advertencias: ligera angustia, p en v, (menciones de) sangre, peleas, malas palabras, dedos, palabras sucias, ¿enemigos con beneficios????

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Los únicos ruidos que surgieron en el campo fueron el sonido de tu espada golpeando el árbol y el susurro del viento que fluía entre los árboles, haciendo crujir las hojas. Era temprano en la tarde y como tu profesor de idiomas te había dado el resto del día libre, decidiste practicar la lucha con espadas. Habían pasado semanas desde que un nuevo rey había tomado el trono, y con un nuevo rey vinieron nuevos problemas. "El usurpador", lo llamaban algunos del pueblo.

Tu familia, la Casa Bracken, le había declarado su lealtad, por lo que no importaba quién creías que era el heredero legítimo. Todo lo que querías era demostrar tu valía ante tu familia, para poder luchar por ellos para que puedas serles útil. A tu padre no le cabía una mujer en la cabeza, por lo que estaba terriblemente en contra de la idea de que lucharas junto a sus hombres. Sin embargo, no importa lo que tu padre pensara, encontrarías una manera de llegar al campo de batalla de alguna manera, y estarías preparado.

Repetiste tu swing, antes de practicar tu postura nuevamente, cuando de repente escuchaste el crujir de las hojas detrás de ti. Te giraste rápidamente, sosteniendo tu espada como escudo, preparándote para que algún animal salvaje apareciera ante ti. Por suerte, era sólo el maníaco de cabello castaño que despreciabas desde la infancia. "¿Qué estás haciendo aquí, Blackwood?" preguntaste, molesta porque había encontrado tu lugar de práctica escondido. "Nada, solo dar un paseo, hasta que escuché el sonido de alguien siendo agredido. ¿No te da vergüenza elegir un oponente más débil que tú?" dijo, señalando con la cabeza hacia el árbol.

"Muy divertido como siempre", dijiste, imitando una sonrisa. "Felicitaciones por encontrar mi escondite. Espero que estés feliz de que me lleve un tiempo volver a encontrar uno nuevo". Él rió. "¡De ninguna manera! Realmente lo es. Sin embargo, me entristece que tengas que recurrir a prácticas tan patéticas. ¿Seguramente podrías haber encontrado un retador mejor? El indicio de burla no pasó desapercibido para ti. Se apoyó contra un árbol y te envió una sonrisa engreída. "Estoy seguro de que puedes encontrar muchos hombres en Stone Hedge, pero de todos modos será un honor para mí ser voluntario".

Su confianza te disgustó. "No gracias. Lo guardaré para la batalla para la verdadera guerra que está a punto de sobrevenirnos", respondiste. Volviste a guardar tu espada en su funda e intentaste alejarte. "¿Por qué esperar?" preguntó. "El tiempo pasará de cualquier manera. ¿Tienes miedo de que pierdas la cabeza aquí antes de que pueda llevarla al campo de batalla?

Te detuviste en seco y te giraste para mirarlo. "No puedes hablar en serio".

Al darse cuenta de que finalmente había captado tu verdadera atención, sonrió. "Hablo en serio si tú lo eres".

Los árboles que cubrían el terreno se balanceaban silenciosamente como para no molestarlos a los dos. No había ningún hombre presente en un radio de cinco millas de esta área. No hay alma que te moleste. Si lo tomaras y ganaras esta pelea, demostrarías tu valía en tu casa. Te demostrarías tu valía ante tus hermanos, pero sobre todo ante tu padre.

¿Y si no ganaras? No importaría al menos habías luchado valientemente por tu casa, sin dar marcha atrás. No era un arma de doble filo, sino más bien un bien puro.