CAPÍTULO IV

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𝑬𝒍 𝒄𝒐𝒓𝒂𝒛𝒐́𝒏 𝒏𝒐 𝒆𝒔𝒄𝒖𝒄𝒉𝒂 𝒅𝒆 𝒓𝒂𝒛𝒐𝒏𝒆𝒔, 𝒆𝒔 𝒏𝒆𝒄𝒊𝒐, 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝒔𝒆 𝒂𝒇𝒆𝒓𝒓𝒂 𝒂 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒚 𝒑𝒐𝒓 𝒆𝒍𝒍𝒐 𝒍𝒖𝒄𝒉𝒂…

El frío comenzó a instalarse en su piel, se removió en su lugar y buscó cobijarse. Sus manos alcanzaron una delgada tela sobre él, la jaló para cubrirse un poco más, lento comenzó a despertarse al no lograr disminuirlo, al final sus ojos se abrieron con dificultad, todo era blanco y la luz reflejada le lastimó las pupilas. Buscó enderezarse y así sentarse.

⎯ ¡Ahg!

Un fuerte dolor punzante en su vientre se lo impidió, obligándolo a quedarse como estaba, sus ojos se abrieron acuosos tras la oleada de dolor que sintió. Quería saber porqué, en cuanto su vista se acostumbró a la luz, notó que se encontraba en un habitación de hospital, conocía perfectamente esos lugares.

Era más normal de lo que le gustaría admitir terminar en aquel lugar.

Cuando se apoyó en su brazo también su hombro dolió. La cintura y espalda no se quedaban atrás, la sensación era similar a haber cargado algo muy pesado, recordaba que también tendría lesionado el tobillo y el cuello. Los estragos de la pelea anterior comenzaban a hacer su trabajo en su cuerpo.

Sin embargo no lograba recordar como se libró de aquella, lo último que llegaba a su cabeza era tenerlo sobre él, estrangulando su cuello.  Su vista nublada y el aire abandonando sus pulmones, mientras la desesperación comenzaba a hacerlo resignarse.

Escuchó la puerta abrirse. Una enfermera entró con una bandeja sobre sus manos, indicaba que se encontraba ahí para llevarle algo de comer.

⎯ Oh, que bueno que ya despertaste, ¿Qué sientes? ⎯ Dejó la bandeja en la mesa al lado de la camilla, y se acercó a una tabla que colgaba al lado de esta, las hojas de la tabla contenían los datos del paciente. ⎯ Shoto Todoroki ¿Recuerdas lo que te pasó?

⎯ Pues solo siento dolor, pero no recuerdo haber llegado aquí.  ⎯ el cuello le dolía al pronunciar palabra, específicamente la tráquea.

⎯ Claro, déjame revisarlo ¿Tienes hambre? ⎯volvió a interrogar a la vez que seguía pasando las notas clínicas del muchacho, sin ponerle en realidad demasiada atención.

⎯Humm, ¿Cuánto tiempo llevo aquí? ⎯ le parecía extraño que esta enfermera se enfocara tanto en sus papeles, como si su estadía llevara tiempo.

⎯ Ah~ ⎯ se le escapo ahora volviendo a ponerle atención, frunció el entrecejo mostrándose insegura⎯ , Ingresaste el sábado a las 03:15 de la mañana, pues ⎯ lo pensó un segundo más⎯   son 2 días ya. Hoy es lunes.

El muchacho apartó su mirada enfocándose en su hombro lastimado, como pensando, sus ojos delataban su sorpresa. La mujer acercó la bandeja y estiró un tablón que había en la camilla, sobre esta dejó la comida.

⎯ Come algo, Shoto. Iré a buscar a tu doctor, ya regreso.

Sin mas salió con prisa de la habitación, buscando al doctor que le atendió, este seguía de guardia. Shoto levantó la sábana, el camisero del hospital y miró su estómago, una gruesa venda rodeaba su vientre, también su tobillo estaba inmovilizado, cerró los ojos con fuerza forzándose a recordar, pero no lograba llegar al momento exacto en el que perdió el conocimiento.

Su ultima vista era toda negra, luego no sintió nada, no escuchó nada, la paz lo envolvió.

Volvió a hundirse y se recostó el la camilla para esperar. Su mirada se enfocó en la charola frente a el, una gelatina verde se miraba apetitosa en contraste al resto de alimentos, la tomó y comenzó a comerla.

LAZO IMPOSIBLE [ENJISHOTO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora