KINKTOBER 2020 - DIP

Mañana

No sé si es necesario volver a poner Ojo: Pip top, pero bueno

Ojo: Pip top

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Eran poco más de las siete de la mañana cuando Pip se despertó de forma automática. Odiaba eso, era sábado, pero su cuerpo no parecía distinguir entre un día de semana laboral y un fin de semana donde podía dormir hasta mediodía si quisiese.

Frustrado, miró a su lado. Junto a él. envuelto entre las sábanas blancas, dormía Damien. Tan solo su presencia bastó para desaparecer toda muestra de frustración de Pip. Eran momentos, como este, en los que solo él podía disfrutar de la maravilla que era Damien Thorn, tan tranquilo e indefenso como un gato.

Como si la naturaleza jugara a su favor, un tímido rayo de luz iluminó la habitación destacando los delicados rasgos del rostro de Damien, su piel tan blanca, casi tanto como las mantas. Su cabello negro se desplegaba de forma rebelde sobre la almohada, un reflejo de su personalidad revoltosa. Tan hermoso.

Con suavidad, Pip se acercó y depositó un beso ligero en su frente. En ese momento, el aroma de su novio lo envolvió, único y embriagante. Un olor que, incluso sin poder verlo, distinguiría a Damien donde sea.

Pip no pudo contener el impulso y apartó la sábana que cubría a su novio. Sus labios se curvaron en una sonrisa al observar que Damien llevaba el pecho descubierto y un bóxer como única prenda de dormir.

Fascinante, fue lo primero que se le vino a la mente.

Maravilloso, fue lo siguiente, antes de acercarse y darle otro beso en el rostro.

Perfecto, fue lo que dijo antes de depositar un beso sobre el lampiño pecho de Damien, al instante sintió como la piel del chico se erizaba ante su tacto. Pronto, Damien se estiró en su sitio y abrió los ojos con pereza.

-¿Qué haces tan temprano? - preguntó Damien aún medio dormido y con tintes de protesta en su voz, sus manos buscando la manta para cubrirse.

-Despertaste...-susurró Pip, sintiendo un leve deje de culpa.

-Podía sentirte mirando-respondió Damien de forma acusadora pero divertida a la par que se envolvía entre las sábanas-. No eres muy discreto.

-No intentaba serlo- Pip le dio otro beso en la frente y pegó más sus cuerpos, moviendo la tela de la sabana en el proceso-. Te amo, pero eso ya lo sabes.

-Claro que lo sé, no dejas de repetirlo.

Pip lo volvió a besar, esta vez en los labios.

Al separarse Damien se cubrió la boca.

-Mi aliento apesta.

Pip sonrió antes de llevar su mano hacia el rostro contrario y acariciar el lugar sensible detrás de la oreja, Damien se apoyó sobre su mano como un gato.

-Te amo-dijo Pip ganándose un sonrojo de parte de un Damien más despierto.

-¿Por qué tienes que ser tan cursi? -susurró desviando la mirada. A pesar del tiempo aún le costaba aceptar las muestras de afecto de parte de Pip, en especial las palabras melosas que le gustaba dedicarle-. Deberíamos volver a dormir, aún es tempra-

Sus palabras fueron interrumpidas por un beso de Pip, la sorpresa duró menos de un segundo y correspondió al instante. El beso era profundo, pero Pip no se quedó solo en sus labios, al separarse bajó hasta su cuello. Damien entre estupor y placer llevó su mano hacia la nuca de Pip mientras los labios de este seguían un camino despacio a los hombros.