Me daba justo un rayo de sol en toda la cara, no podía ni abrir los ojos.
-Que te levantes -creo que era Chuck, no podía verlo-
-¿Enserio tengo que levantar?
-¿Sigues ebrio o que?
-No, creo que ya no -me estire en mi hamaca y me levanté para sentarme en la hamaca también-
-Vale, no estás ebrio. Menos mal porque tienes que trabajar.
-No me jodas, ¿Que tengo que hacer que?
-Trabajar. Me a dicho Newt que te vas con él al huerto a trabajar -mierda, espero que Newt no se acuerde de lo de anoche-
-Creo que para la tierra no valgo.
-¿Y si para hacer el vago?-dijo Chuck entre risas-
-Es mi especialidad -y se rió más-
-Hey verducho -me dijo un moreno, creo que se llamaba Alby, o no me acuerdo muy bien- soy Alby. Te iba a enseñar yo mismo el claro pero tengo cosas que hacer, perdoname. Me ha dicho Newt que lo haría él y también que trabajarías con él en el huerto.
-¿Seguro que valgo para el huerto?-dije extrañado, yo quería ser corredor, que aburrido si no-
-Cualquiera vale para el huerto. No te preocupes.
-¡Menos Newt!-dijo Chuck con una leve risa-
-Chuck, cualquiera tiene errores -le dijo Alby con el ceño fruncido-
-¿errores todos los días?.
-Ya, bueno, es lo que hay. Vamos verducho, a trabajar. Chuck llévatelo -Chuck me miró y me agarro del brazo llevándome al huerto-
Allí había varios chicos trabajando, entre ellos Newt y otro que había visto que al parecer también era rubio. Entonces Newt no era el único rubio.
-Hola verducho -me dijo el rubio nada más verme- Soy Zart -y con eso me extendió la mano en forma de saludo-
-Hola.
-Bueno verducho yo me voy a la cocina con Fritanga luego volveré -me dijo Chuck después, y con eso se despidió con la mano y se fue-
-¡Hey novato! -dijo una voz por detrás de Zart, miré detrás de el y vi que era Newt, venia con una sonrisa-
-Hola Newt -dijo Zart-
-Ah si, si. Hola Zart.
-encargate del novato -dijo rodando los ojos-
-vale, vale. Vamos novato -me dijo Newt agarrándome del brazo y llevándome al otro lado del huerto-
-¿Y que tengo que hacer? -le dije alzando una ceja-
-Toma una pala y empieza a hacer hoyos -dijo dándome una pala- tampoco es tan difícil, ¿o si?-me dijo con un tono sarcástico -
-¿Te estás burlando de mi? -le dije frunciendo el ceño-
-Puede.
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