Derrotar Kaijus es mi deber, no hay tiempo para juegos.
¡Quítate de mi camino!
•Los personajes no me corresponden, excepto TN, créditos a su respectivo autor.
•Si no te gusta mi historia o contenido, por favor, no leas y gracias.
•Abarcaré contenido...
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|| Buenos días. -Hablé muy suave, mientras me estiraba con pereza sobre mi cama.
Podía ver mis pequeñas manos, aún, estirarse con dirección a la puerta de la habitación.
Y ahí estaba él, usando su pijama, su cabello desordenado se asomaba por su silueta mientras dejaba escapar un bostezo pesado; pero estaba listo para iniciar nuestra rutina diaria. Alistarme para ir a la escuela.
Buenos días, dormilona~. -Oía un sutil canturreo por parte del mayor.
Y ahí estaban, los hermanos Gojo, alistándose juntos para sus clases.
Satoru solía lavar mi cabello y peinarlo en unas chuecas, pero lindas y decoradas coletas. Él decía que era más rápido, pero cuando le llevaba mi cepillo de peinar y estaba desocupado; solía hacerme distintos peinados descabellados.
Solíamos desayunar juntos, él se encargaba de que comiéramos rico, a pesar de tener encargadas de aquello, él se hacía cargo o prefería hacer todo por nosotros, por mi; lavábamos nuestros dientes a la par y como olvidar que, él siempre arreglaba o acomodaba mis prendas, siempre estaba Satoru conmigo.
Nada me faltaba con él. Mamá y papá no me importaban, como me importaba mi hermano.
Siempre fuimos él y yo.
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Me esperas sentadita a la salida, ¿si? -Un adolescente albino le hablaba con tranquilidad a su pequeña hermana.
Como siempre. -La infante le dedicaba una cálida y alegre sonrisa.
El chico agarraba uno de los abrigos que tenía la pequeña (T/N), y se acercaba al lugar en el que ella esperaba para partir juntos a sus sitios de estudios, la puerta de su hogar.
