Derrotar Kaijus es mi deber, no hay tiempo para juegos.
¡Quítate de mi camino!
•Los personajes no me corresponden, excepto TN, créditos a su respectivo autor.
•Si no te gusta mi historia o contenido, por favor, no leas y gracias.
•Abarcaré contenido...
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Desde que supe que una Gojo estaría aquí, puede que me haya desconcentrado un poco.
Me negaba de cierta manera, volver a tener alguien de aquella familia cerca o al menos, a ella, no quería que estuviese dentro; de todas formas, desde lo que pasó con Satoru, le prometí cuidarla.
Exterminaba la mayor cantidad de kaijus por ella, por él, quería que viviera tranquila en éste mundo, como él lo hubiera querido.
Pero ugh, Dios, ¿por qué debía ser como él? Necios.
Tras ser admitida, me dediqué a vigilar cada uno de sus entrenamientos, sin omitir la clara rivalidad o disgusto que se tenía con Shinomiya, los movimientos que daba, el tiempo que tardaba en adaptarse y sobretodo, llevar su registro de salud; ¿cómo era posible que en su primera vez con el traje hubiese obtenido un 55%? Y peor aún, ¿no sabía usar su poder? O por desgracia, ¿cómo querría formar parte de las fuerzas de defensa con miedo a los kaijus? Pude percatarme de aquello al ver que solo mantenía la distancia en cada entrenamiento.
Sin embargo, emanaba esa personalidad preciosa, al igual que su carácter.
Ahg, Satoru, ¿cómo se te ocurrió? -Musité y suspiré mientras recogía mis informes del escritorio en el que me situaba.
Andamos muy distraídos, ¿no? -Una voz femenina se hacía presente en al ambiente de la sala en la cual me encontraba.
¿Eso crees? Ja Ja Ja. -Burlé al reconocer el tono de voz.
Pues sí, el señor Soshiro Perfecto, anda muy pensativo. -Ahora la que burlaba era Mina.-¿Qué sucede?-La capitana se adentró a la habitación de trabajo y se situó delante de mi.
Estoy un poco cansado. -Intenté excusarme.
Claro, cansado. -La chica no estaba convencida. -¿Es por Gojo? -Rápidamente resonó.
¿No?-Respondí levemente nervioso.
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