Mi primer amor ( continuación de la historia una mirada de amor)

Capitulo 19

Freen

Rebecca me llamo angustiada dijo que uno de nuestros empleados de la hacienda le llamo y le dijo que Sam había salido con su caballo a toda prisa, mi esposa estaba preocupada y llorando pensando que nuestra hija intentara hacer una locura, desde que terminó con Mon solo estaba encerrada en su habitación no comía bien no dormía bien, me dirigí rápidamente a la hacienda.

Freen- que fue lo que pasó? ya la buscaron bien?

Becky- si envié a nuestros empleados a buscarla no la han encontrado

Freen- ( mi esposa lloraba angustiada y yo trataba de consolarla hasta que Rene y un hombre llegaron a mi casa)

René- dónde está??

Freen- quien?

René- dónde está mi hija!!

Freen- René cálmate, no sé dónde está Mon

René- tu hija se la llevó! No la escondas viene por ella

Freen- ( René y aquel hombre intentaron entrar a la casa, Pero los detuve algunos empleados se dieron cuenta y me ayudaron a detenerlo) escúchame tu hija no está aquí, Sam tampoco está la estamos buscando

René - ella se robó a mi hija!

Franco- vamos a denunciarla por secuestro si no la entregas

Freen- y tú quién eres?

Franco - su prometido Mon se iba a casar conmigo y tú mocosa se la llevó

Freen- a mi hija lo le llamas así!!, acaso eres un pederasta te estás viendo Mon es una niña y tú ya eres muy viejo para ella

René- eso a usted no le incumbe quiero a mi hija o vamos a denunciar a la tuya he irá a la cárcel mi hija es menor de edad voy a poner una denuncia por secuestro

Freen- muy bien vamos, quisiera también denunciar que ustedes par de asquerosos intentaron casar a una menor de edad veamos que denuncia tiene más peso, si una por evitar tal atrocidad o una por trata de personas

En cuanto dije esas palabras el hombre se giró y se fue de ahí mientras que René lo dudo un poco

René - esto no se va a quedar así más vale que no la encuentre

Freen- estás amenazando a mi hija?

René- ya le advertí

Freen- ten cuidado con lo que haces no sabes de lo que soy capaz por mi familia ( René se fue molesto)

Becky- tengo miedo y si ese hombre le hace algo a Sam o a Mon

Freen- tranquila vamos a encontrarlas, debemos poner la denuncia y que las autoridades se encarguen de el.

                                  ∆∆∆

Sam- quiero hacerte el amor

Mon- hazlo soy tuya

La sujete de la cadera y con cuidado la recosté sobre la alfombra de aquel lugar, me coloque sobre ella y ambas nos observamos a los ojos, uniendo nuestros labios en un beso más deseoso y mis manos curiosas recorrían por su piel expuesta acariandola suavidad de esta, mientras nuestras leguas se entrelazaban en besos más necesitados, era como si ambas quisiéramos fundirnos en una sola, poco a poco fui dejando besos en su cuello y lóbulo de la oreja, sus gemidos eran más fuertes y mi piel comenzaba arder, mi ropa y la suya comenzaba a estorbar, nos sentamos frente a frente y nos observamos con deseo, su respiración y la mía era acelerada, sus manos fueron a mi blusa deshaciéndose de ella mientras nos besábamos nuevamente, inmediatamente sus manos fueron a mi pantalón y con mi ayuda logro quitármelos, ahora ambas estábamos únicamente en ropa interior, se sentó sobre mí y abrase su cuerpo, sus labios fueron a mi cuello provocando miles de sensaciones, las mías fueron a sus glúteos apretándolos y moviéndolos sobre mi, la fricción de su humedad sobre mi humedad comenzaba hacer estragos, ambas nos convertimos en un mar de gemidos, no sabíamos que hacer exactamente solo dejamos que nuestros cuerpos nos guiaran en el deseo que sentíamos, en esa poción sentadas, moví mis manos por su espalda buscando el broche de su sostén, lográndolo quitar, ya había observado sus pechos una vez y era maravilloso ya los había probado y por supuesto no dude en meter uno de ellos en mi boca chupándolo y saboreándolo con mi lengua mientras nuestros cuerpos seguía frotándose, sus gemidos se convertían en gritos con mi nombre.

Mon- haaa Sam.... Sam.....sigue ....se siente muy bien

No sabía cómo esas palabras salían de mi boca, Pero quería que Sam siguiera chupando mis pechos mi cuerpo descontrolado se frotaba sobre el suyo dándome placer, me sujeto fuerte de los glúteos y me giro sobre la alfombra quedando ella sobre mi siguió su deliciosa labor de comerse mis pechos mientras yo gemía sin poder contenerme, sentí la humedad correr por mis bragas mi zona palpitaba y sentía la necesidad de ser tocada por ella, sin pudor alguno tome su mano y la coloque sobre mi intimidad, sentí un fuerte calor recorrer toda mi piel cuando sus dedos comenzaron a moverse sobre la tela de mis bragas.

Mon-  Sam.... Sam...

Mis gritos era suplicas y a la vez órdenes, le pedía seguir le pedía que me acariciara, que tocara todo mi cuerpo, que lo besara de la manera que besaba mis labios y mis pechos quería sentir sus labios por toda mi piel, Pero también deseaba yo hacerlo, mis manos recorrían su piel y comencé hacerle los mismos movimientos que ella me hacía sobre mi intimidad, bajo un poco mis bragas y con mi ayuda logro quitármelas, estaba desnuda pero no sentía pena, era más mi necesidad de su piel en la mía que la pena que viera mi cuerpo desnudo, ella me observo con detenimiento y yo hice lo mismo aprovechando la oportunidad para deshacerme de sus bragas

Mon

La gire sobre la alfombra quedando frente a frente, nuestros dedos acariciaban nuestras intimidades mientras nuestros ojos se conectaban, nuestros labios se besaban torpemente, mientras nuestros gemidos salía, mis dedos tocaban toda su intimidad moviéndolos rápidamente  como ella lo hacía conmigo, sus dedos resbalaron a dentro de mi vagina provocándome un grito de placer, ella lo noto y apretó más mi cuerpo contra el suyo comenzó a entrar y salir de mi con sus dedos, dolía pero no deseaba que parara, era un dolor necesario era como si de eso dependiera mi vida, pensé hacerle lo mismo, ella gimió fuerte y se ferro más a mi nos observamos mientras nuestros dedos entraban y salían de nosotras, el ambiente era caliente y nuestros cuerpo parecían fundirse cual leño en chimenea, ambas comenzamos a temblar, nuestros dedos se movían rápido dentro y fuera de nosotras,  nuestros cuerpo arqueados y al borde de la gloria  se aferraban con más fuerza y necesidad, le exigí en un gemido que no parara sentía tocar el cielo.

Sam- mírame, mírame, quiero ver qué esto es real,  quiero ver tu rostro al venirte

Con mis pocas fuerzas le exigí tal cosa, nos observado mientras ambas alcanzamos el orgasmo final, aferramos más nuestros cuerpos mientras ambas disfrutamos de las sensaciones de aquello que acabábamos de experimentar, yo era suya y ella era mía...