uno

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Nancy.

Doy vueltas por toda la cama tratando de encontrar el sueño, pongo una almohada sobre mi cabeza y doy un pequeño grito de frustración al no conseguir la paz que quería.

— Ah…Hoon si…¡Ah! —se escucha al otro lado de mi habitación.

Cierro los ojos con fuerza enojada, en esta casa definitivamente no hay respeto alguno, me levanto de la cama y busco en mi cajón de noche mis audífonos, los conecto a mi teléfono y subo todo el volumen al tenerlos puestos.

Verónica y su molesto novio siempre suelen hacer este tipo de cosas a todas horas, tengo clavado en la cabeza la firme idea de que ellos no pueden pasar un día sin coger y a mi me da completamente igual si lo hacen o no, pero escuchar sus gemidos justo a mi lado no es nada agradable. Verónica y Sunghoon son novios desde hace siete años y hace un año se mudaron juntos, los motivos por los cuales lo hicieron decidieron dejarlos solo para ellos y sinceramente no me importan mucho, supongo que para reforzar su relación o porque ya querían formar una familia, jamás les pregunté el motivo.

Ya había pasado un rato, no sabía cuánto exactamente pero los gemidos y choques de la cama contra la pared ya habían parado y ahora se escuchaban sus risas desde el piso de abajo, rodé los ojos. Mi hermana y Sunghoon son demasiados ruidosos de todas las maneras posibles.

Mi teléfono vibró en mi mano, el nombre de “Hee 🫶🏻” apareció en la pantalla dejando ver que era una llamada, desconecte rápido los audífonos y con una sonrisa conteste la llamada.

— Hola Hee —sonreí como si él estuviera viéndome.

— Hola pequeña, ¿Ya vienes? —alzó la voz, por el fuerte sonido de la música—. Te estamos esperando.

No lo recordaba, Park Jongseong el chico privilegiado de la escuela organizó una fiesta esta noche y podrá ser un chico presumido y egocéntrico pero siempre invita a todos los alumnos a sus fiestas y no está de más decir que son las mejores por estos lares.

— Espérame, en un rato llego.

— ¿Quieres que vaya por ti? —contuve el grito de emoción que quería salir de mi garganta.

— Si tienes tiempo si.

— Para ti siempre —sonreí—. Me avisas cuando estés lista, pero apresúrate, te extraño.

Dicho esto Heeseung me mando un beso y cortó la llamada, solté un suspiro tembloroso y sonreí al solo imaginarlo, su bonita sonrisa junto a su buen porte y su amabilidad, era perfecto.

Me levanté de la cama y busqué en mi closet algo que fuera digno para la ocasión y que también pudiera gustarle a Heeseung, un vestido color negro de mangas largas y por arriba de la rodilla me pareció lo más adecuado, junto a unas botas de plataforma alta, ya estaba algo apresurada por lo que simplemente me aplique rubor, rimel, un brillo de labios y me solté el cabello, me aplique un perfume que hace unos días le robe a Vero y tome mi bolso con mis cosas.

Estoy lista”

“Está bien, ya voy por ti preciosa”.

Salí de mi habitación y baje a pasos rápidos al primer piso, ni siquiera tomé en cuenta que los zapatos eran altos y podía caer, eso no era importante ahora mismo, al bajar visualice a mi hermana y Sunghoon en el sofá, él estaba sobre ella y le hacía cosquillas, mientras Vero se reía y trataba de quitárselo de encima, resople eran demasiado cursis en algunas ocasiones.

— Mmm Vero —ambos se detuvieron y dirigieron sus ojos a mi dirección—.Voy a salir, al rato regreso.

— ¿Con el permiso de quien?.

𝗜 𝗙𝗘𝗘𝗟. SunghoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora