cuatro

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— ¡Nancy!.

El chasquido de dos dedos se hizo presente frente a su rostro, Nancy miró al responsable, encontrándose con Sunoo quien la miraba curioso y con una mueca por las veces que él le estaba hablando y ella lo ignoraba inconsciente.

— ¿Qué pasa? —sacudió la cabeza.

— ¿Estás bien? —se sentó frente a ella—. Estás así desde la mañana.

Nancy respiró hondo y tapó su rostro con sus manos demostrando que tan mal y frustrada se encontraba.

No podía dejar de pensar en Sunghoon y ese casi beso que pudo suceder, ya habían pasado dos días desde eso y aún no podía sacarlo de su mente, la culpa se la estaba comiendo viva.

Casi besa a Sunghoon, él novio de su hermana.

— Sunoo, estoy completamente loca —recargo su barbilla sobre sus manos en la mesa.

— Lo de siempre —Sunoo río, sin embargo su sonrisa cayó al ver la mueca de su amiga—. ¿Qué te pasa?.

Ella negó—. No es nada.

— Dímelo —tomo sus manos—. Eres mi mejor amiga y quiero ayudarte, puedes confiar en mí.

Ella lo miró, los grandes y tiernos ojos de Sunoo le trataban de reflejar su apoyo y que sus secretos estarían bajo llave con él, Nancy confiaba completamente en Sunoo, después de todo habían sido amigos desde la escuela primaria y no había secretos entre ellos, pero tenía miedo de decírselo, tenía miedo de la reacción que tendría con ella.

— Bueno es que…—desvió su mirada—. Es algo un poco feo, bueno no feo pero si malo.

— ¿Qué es? —apretó sus manos—. ¿Peleaste con Heeseung?.

— No, no —sonrió nerviosa—. No tiene nada que ver con él.

— ¿Con tu hermana? —negó de nuevo, Sunoo estaba confundido—. ¿Entonces?.

No se le ocurría nada más, Nancy solía ponerse así solo cuando discutía con su novio o su hermana.

— Sunghoon… —susurro.

— Ese idiota de nuevo —soltó enojado—. ¿Qué te hizo ahora?, dímelo para decirle a Heeseung y que lo ponga en su lugar.

Nancy carcajeo por las palabras de su amigo, era un miedoso.

— No me hizo nada —bajo la mirada—. Bueno si, pero…después todo se puso raro.

— ¿Raro, en que sentido?.

Nancy miró a Sunoo sintiendo como el calor subía a su rostro y en su estómago se sentía un cosquilleo.

— Casi nos besamos.

La expresión de Sunoo era todo un poema, su boca estaba ligeramente abierta y sus ojos casi se salían de su rostro, era graciosa, Nancy pensó que podría hacer un increíble sticker sobre ello.

Pero estaba nerviosa, el chico frente a ella no decía nada y el ambiente se sentía ligeramente incómodo ahora, se sentía como en un interrogatorio confesando su mayor y terrible crimen. Aunque tal vez sí lo era.

𝗜 𝗙𝗘𝗘𝗟. SunghoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora