Capítulo 6

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La fiesta

Alexander

Después de planear todo, se llegó el día de la misión, ultimamos detalles, todo lo que debemos saber, con todo listo llegamos al aeropuerto y abordamos el vuelo, debemos llegar antes ya que, debo presentarme con el líder de la mafia alemana Alfred Meyer.

Ahora no soy Alexander Jones Lee, ahora soy Jeison Smith representante de la mafia australiana, debo convencer a Meyer de hacer negocios; cosa que no es fácil, un paso en falso y soy comida de lobos, es un operativo de tiempo completo por lo que me veo obligado a compartir mucho tiempo con los imbéciles con los que desgraciadamente trabajo.

Me causa mucha curiosidad saber cómo es su hija, su historial no dice nada bueno, una chica rebelde que no hace caso a su padre, tengo entendido que casi fue vendida al FBI, eso nos hubiera ahorrado tantas cosas.

Ella pasó de ser rebelde a ser una asesina apodada como la “reina de las sombras”, he escuchado a algunas chicas que aseguran que es la hermana perdida del diablo, pero a decir verdad me parece una afirmación absurda.

Mi mente evoca pensamientos de una loca desquiciada, y hace que me de escalofríos, se me erizó la piel con el mero pensamiento, por lo que prefiero dejarlo a un lado, y concentrarme en la reunión.

—Tenemos noticias de última hora —avisa mi padre —fue dado de baja Alejandro Escarate narcotraficante cubano, vendedor de drogas y dueño de una de las tratas de blancas más grandes de Latinoamérica, no sabemos quién lo asesinó ni el por qué, fue encontrado con una pierna herida, sin garganta y una herida de arma blanca en la yugular hay sospechosas de que era deudor de Alfred Meyer, fue asesinado en Alemania, territorio del susodicho, tal vez no signifique mucho ni tenga relación con la muerte de Escarate. Pero fue encontrado muerto en el lugar dónde los hombres de Meyer circula mucho, por lo que deducimos que Meyer es el responsable.

—Tenemos que tener mucho cuidado —habla la mano derecha de Edwin —en especial ustedes —señala a mi equipo— tengo entendido que ustedes son unos ineptos, si están aquí es solo por Jones. No quiero ningún error —advierte entre dientes—

Asienten ansiosos, la reunión termina y vamos directo a nuestros respectivos asientos, preparándonos para el despegue, en los treinta minutos que duro la reunión, algunos de los soldados se encargaron de guardar lo necesario, el avión empieza a despegar, y yo me quedo estudiando el plan, todo tiene que salir a la perfección.

Veinticinco horas con veintiocho minutos después

Después de un día de viaje aterrizamos en Berlín, el viaje se me fue estudiando el plan e investigando, por lo que no he dormido ni una mierda, tuve que soportar los ronquidos y gases de Cross <<imbécil>>.

Bajamos del avión no sin antes responder la llamada de Edwin

—De aquí para allá es responsabilidad de ustedes, —habla mi padre—todo tiene que salir perfecto si quieren mantener su trabajo —amenaza y cuelga—

Después de las amenazas de Edwin y abordar el auto que nos lleva al lugar donde nos vamos a quedar llegamos a un hotel, no tengo tiempo de descansar, llegamos con el tiempo justo, dentro de unas horas los hombres de Alfred vienen por mi.

Para mí suerte logro descansar un rato, y me levanto ya que, es hora de arreglarme tomo un baño, me coloco el traje negro hecho a la medida, me pongo el reloj, me peino el cabello para atrás, y uno de mis hombres, me ayuda con los micrófonos, logra acabar a tiempo ya que los hombres de Alfred ya llegaron, me miro por última ves y me dirijo a abrir la puerta.

—El señor Meyer lo espera señor Smith —asiento—

Después de casi media hora llegamos al hogar Meyer, y si es que es grande, uno de los hombres de Meyer lleva mi auto al estacionamiento, por qué sí, conduje mi auto atrás de los hombres de Alfred, como estaré en la dichosa fiesta no van a ser mis niñeros y dejarme en la puerta del hotel.

Amor En Medio De TraiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora