Pov Aquino
—¿Por qué eres tan lindo, eh?—
Escuche una voz a mis espaldas y me gire dejando ver a mi vista a Duxo, quien me molestaba con sus coquetos diarios y se declaraba todos los días pero siempre lo rechazaba
—No lo se...¿No deberías estar en clases? Te van a regañar por estar hablando con alguien de otro curso—
—Aw...¿Aquinin se preocupa por mi que hasta sabe mis horarios?—
Me sonroje un poco por sus palabras pero solo suspire para desvíar la mirada y retomar mi camino
—oye espera! Agradezco mucho que te preocupes por mi!—
Al finalizar de hablar senti sus brazos alrededor de mi cintura y su cabeza apoyada en la mía
—¿Que haces Duxo?—
—¿Puedo ser tu novio?—
De nuevo esa pregunta, la odiaba escuchar todos los días pero esta vez lo sentía algo diferente. Me dejé abrazar por él mientras cerraba los ojos e inconscientemente me acoste en su pecho pues era más bajo
—¿Estas bien Aquin-..—
—Eres muy insistente, talvez tome algo de mi tiempo para pensarlo—
Lo interrumpí pues se ponía muy preocupado por la minina cosa...a quien engaño, si me preocupo mucho por el que con solo acciones ya lo conozco demasiado
—¿De verdad? Ay Aquinito! Verás que si aceptas no te vas a arrepentir!—
No tenía que ver su cara para darme cuenta que estaba demasiado feliz con un brillo en sus ojos, pues siempre que le aceptaba sus cartas (las cuáles me han estado gustando mucho últimamente) era asi
—Pues quien sabe, bobo—
Escuche una risa y me dió un beso en la mejilla antes de separarse de mi para irse
—Quiero ser tu bobo! Jsjs, esperame al final de clases mientras piensas tu respuesta!—
Al decir eso lo mire mientras se alejaba, sentí que mi corazón estaba algo acelerado pues era el primer besito que me daba...¿Desde cuando soy tan sensible en esto? Dios! No me puede gustar Duxo Rethey!
A la salida me senté en las escaleras mientras veía a todos salir pero el unico que esperaba captar era al pelinrgro. Me costó mucho concentrarme en clases pensando cosas lindas entre si fueramos...pareja! Ya! No más!
—Aquininnn!—
Escuche su voz familiar y me levanté mientras se acercaba a mi con una carta en su mano y la otra ocultaba algo en su espalda
—Hola Duxo..¿Otra carta para mi?—
—Sip! He visto que al parecer te gustan jsjs—
Note su sonrojo carmesí y me dió ternura por lo que solte una risa suave que el me quedo mirando embobado
—Pero bueno, aparte de la carta...te quería dar esto, para ver si podía convertir tu respuesta en si—
De su espalda dejó revelar una cajita negra que recibí junto a la carta
—¿Y esto?—
—Para ti, mi rollo de canela—
El apodo me sonrojó pero más rubor tenía cuando abrí la caja y ví un collar que contenía un capibara, habían gomitas de naranjas y mandarinas. Por último, al fondo de la cajita, había una foto mía que me dejé tomarme por lo mucho que insistía, salía perfecto...
—Se que es algo pequeño, de pronto te gusta lo caro pero...doy lo mejor de mi—
No dije nada y solo lo abrace sintiendo sus brazos alrededor mío cálidamente. Me quede un rato en silencio hasta que decidí romperlo sin separarme
—No importa...me encanta, nadie me ha dado algo asi Duxo..—
—Pues me alegra ser el primero, entonces repito la pregunta...¿Puedo ser tu novio?—
Solté una risa mientras me separaba un poco para ver su cara llena de ilusión, esos orbes amastista que... quería que me vieran solo a mi
—Si puedes—
Dije firme, con seguridad mientras el reía y empezaba a llenarme de besos la cara, era empalagoso pero por alguna razón quería que lo hiciera
—Me pones tan feliz!—
No alcancé a responder cuando sus labios se pegaron con los míos en un calido beso, mi estomago empezo a sentirse más extraño que otros días y me dieron muchas ganas de quedarme para siempre en ese momento
Después de todo, no se rindió en conseguir mi corazón...yo de verdad..
Lo amo
