𝐅𝐈𝐑𝐒𝐓 𝐑𝐔𝐋𝐄 || ʜᴀɴ sᴇᴏᴊᴜɴ

ˏˋ°9*➷ 𝐓𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨 𝐝𝐞 𝐉𝐞𝐫𝐬𝐞𝐲𝐬

╰┈➤ ❝ [ Y ahora veo la luz del día, solo la luz del día ] ❞

TARAREANDO EL SONIDO que salía de sus audífonos, Kim Ji-an esperó el autobús con los ojos cerrados mientras recordaba los acontecimientos de la mañana. Tenía que decir que el día había sido muy interesante. Los estudiantes hablaban y susurraban por todas partes, como secuela del truco que hizo al principio del día con Han Seo-jun. Ji-an sabía que pasaría, pero no hasta ese punto. No podía imaginarse cómo sería una vez que todos se enteraran de su relación.

Se volverían locos.

Igual que Soo-ah y Soo-jin.

Las dos habían sido lo suficientemente listas como para darse cuenta del plan de Ji-an, dejando a la chica sin otra opción que ponerlas al corriente de todo lo relacionado con su trato con Seo-jun.

Digamos que no les entusiasmó la noticia.

Procedieron a despotricar sobre lo horrible que era el plan, lo mal que podían acabar las cosas teniendo en cuenta la rivalidad entre Su-ho y Seo-jun, y cómo debería haber elegido a otra persona para poner celoso a Su-ho. Pero sus palabras no tuvieron el efecto que esperaban, sino que animaron aún más a Ji-an. Cuando le dijeron que no iba a funcionar, quiso demostrarles lo contrario.

Y justo después de eso, se encontró aceptando unirse a la academia de matemáticas de nuevo, muy a su pesar. Sorprendentemente, Su-ho también había aceptado unirse a ellos en sus sesiones de estudio, justo después de que Soo-jin insinuara discretamente que Ji-an también iría.

De repente, Ji-an salió de sus pensamientos cuando sintió que alguien le quitaba los auriculares y se sentaba a su lado. La chica estaba a punto de gritar a quienquiera que tuviera la osadía de hacer tal cosa, antes de reconocer a la persona que estaba a su lado, haciéndola cerrar la boca de nuevo mientras veía a la persona ponerse los auriculares.

"Veo que sigues teniendo un pésimo gusto musical".

La chica Kim levantó las cejas. "Es curioso que digas eso teniendo en cuenta que siempre me han gustado tus canciones".

Han Seo-jun la miró un segundo antes de posar sus ojos en los coches que pasaban. Una risita seca y sin gracia salió de sus labios mientras intentaba ignorar el sentimiento de nostalgia que sentía en el pecho. Se quitó los auriculares de los oídos y se los devolvió a Ji-an. "Mis canciones eran la única excepción".

Encogiéndose de hombros, los cogió y se los colocó en el cuello. "Si tú lo dices".

Se hizo un silencio entre ellos, diferente de los anteriores. Este era sorprendentemente cómodo. Como los que siempre habían tenido antes de que su amistad se rompiera. El único sonido provenía de la música que sonaba en los auriculares de Ji-an y del silbido del viento provocado por los coches que pasaban.