Estuvimos un rato en mi cuarto hasta que llegaron por gina, la acompañe a la entrada, luego de eso iba de vuelta a mi cuarto hasta que papá me habla.
-megan, necesito que vayas a mi oficina en este momento- el entro a su oficina y yo lo seguí
-que sucede? - pregunte en cuanto me senté.
-te tengo un trabajo- hablo firme
-que necesitas de mi? -
-habrá una fiesta mañana y te necesito como distracción, necesito recuperar algo que es nuestro- dijo mientras ordenaba unos papeles.
-bien, cuéntame de la fiesta- le preste atención
-el líder de los señores del caos hará una fiesta de antifaces, necesito que entres en ella y lo distraigas un rato, debo recuperar el colgante de tu madre, lo robo cuando la asesinaron, mientras tu estas adentro de la fiesta entraré a buscar lo que es mio, mis hombres me cuidaran la espalda- me observo atentamente.
-bien, debo buscar un vestido- me levante de la silla.
-no me falles, megan-
-no lo hare-
-investiga sobre el, quizás hay algo que te sirva-
Asentí con la cabeza, salí al pasillo y camine hasta las escaleras, subí y me dirigí a mi cuarto, al llegar me quite los zapatos, tome la computadora de mi escritorio y me senté en mi cama.
-veamos que hay de interesante por aqui- hable sola
Estuve un rato indagando un rato en Internet hasta que di con una fotografía.
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-te encontré, jace sepa dios cm se dice tu apellido- hable sola nuevamente
-que asco de hombre- pensé al ver la cantidad de cosas que había hecho.
Comencé a reproducir algunos videos de testimonios sobre el, la mayoría eran mujeres, decían que el se comportaba lindo y atento con ellas, luego les regalaba joyas entre otras cosas para conseguir qué ellas confiaran en el hasta que ya las tenia en sus garras, luego las secuestraba y planeaba venderlas a otros países, luego esos hombres hacían...
-dios mio- dije al escuchar todo lo que les hacían, solo algunas lograban escapar de el...
Cerré de golpe mi computadora, la tome y la devolví a su sitio, me senté en mi cama e intente borrar de mi mente todo lo que había visto pero fue imposible, sentía que mi corazón latia muy rápido y tan solo de pensar que debía estar cerca de el me generaba náuseas.
Golpearon tres veces la puerta, solo grite "adelante" y enseguida la puerta se abrió dejando ver a mi papá.
-cariño, ya sabes que usaras mañana?- pregunto mientras se acercaba a la ventana dejando caer su peso sobre la pared, dirigió su mirada a mi.
