Secretos y Decepciones.[5]

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                                              Hela.

—Su hija ha amenazado, humillado e insultado a una de sus compañeras hasta el punto de hacerla llorar frente a toda la universidad, sabe usted muy bien Señor Rousseau que este tipo de faltas no son bien vistas en esta institución, y mucho menos para imágenes tan públicas, somos una universidad reconocida por sus valores morales, El humillar a ese punto a una persona desprestigiándola solamente por tener un estatus social más bajo es una completa vergüenza, para nada digno de una dama.

Que va a saber este viejo de valores morales.

—Creo yo señor director, que para hablar sobre valores morales también se debe dar el ejemplo, si una persona te juzga por tus acciones y las suyas son incluso peores tampoco sería muy moral, o no es así..?

—Esta en lo correcto señorita Rousseau. —Afirmó observándome con un destello de confusión en sus ojos

Quiere saber hacia que punto quiero llegar

Pues quien soy yo para negarle esa oportunidad.

—Bueno, entonces dígame señor director ¿Que tan moral queda para un director de una de las mejores universidades, reconocida por sus valores morales, el acosar sexualmente jóvenes de primer año? ¿Cómo es la situación aquí señor director? ¿El humillar a una persona está mal, pero el acosarla sexualmente no? Porqué no llevo ni tres días aquí y eh visto con mis propios ojos como acosa a las chicas becadas de primer año, aquellas de un estatus social más bajo, no que no había que hacer diferencia señor director? —Finalice, observando la mirada perpleja del director y sintiendo como mi padre me asesinaba con la mirada.

—¿Es cierto lo que dice está jovencita, Frank? —pregunta una voz que no reconozco.

Dirijo mi mirada hacia allí y mis ojos se encuentran con los de Alexander, que se muestra serio e impasible pero puedo ver algo de diversión en sus ojos, a su lado veo a un sujeto de traje oscuro, mayor estatura, cabello negro y ojos azules al igual que Alexander

Su porte elegante e intimidante al igual que el de mi padre

Era el quién había hablado.

Estaban de pie junto a la puerta.

¿Desde hace cuanto se encontraban ahí?

El y Alexander eran sorprendentemente parecidos, me fue bastante obvio deducir de quién se trataba.

Su padre.

Era literalmente como un Alexander, solo que mas mayor y elegante .

A diferencia de que Alexander tenía muchísimos tatuajes que resaltaban demasiado, en especial los del cuello, y a este sujeto dudo verle algún tatuaje.

El padre de Alexander tenía su mirada en el director, para luego dirigirla hacia mi y finalizar en mi padre.

Los músculos se le tensaron y trastabillo por unos segundos hasta volver a su estado de impasibilidad.

El ambiente se sentía tenso.

Aquí hay gato encerrado

«O eres paranoica y chismosa»

No subestimes mi intuición.

—¿Que hace el aquí, Frank? —pregunto mi padre en esta ocasión.

Sus músculos también estaban tensos y aunque intentará disimular, lo conocía bastante bien como para saber que la presencia del padre de Alexander no provocaba nada bueno en el.

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