𝐌𝐘 𝐏𝐑𝐎𝐅𝐄𝐒𝐎𝐑

Regalo De Navidad

Vegeta se quitó los pantalones a
tirones y se metió de nuevo a la ducha
poniendo el agua lo más fría que daba
el mando de la ducha. Si por él hubiera
sido la hubiera follado allí mismo pero
se merecía un buen castigo y no iba
a ser él quien se dejara llevar por su
polla.
Bajó su mirada para ver que su
miembro palpitaba de deseo. Le dolía
mucho pero aún podía soportarlo con
tal de verla soportar un nuevo castigo.
Uno que esperaba soportara, por el
bien de su propio miembro.
Bulma bajó como pudo las escaleras al
salón, pues iba descalza. La sudadera y
el pants no le quedaban del todo bien
pero estar rodeada de su olor era más
que suficiente para que se los dejara
puestos.

Se acercó a uno de los muebles y
observó las fotografías. En una de
ellas aparecía una mujer con tres
niños pequeños iguales entre sí. Todos
sonreían felices. Otra imagen era de él
con tres mujeres a su alrededor. Paseó
por el salón deteniéndose a ver las
fotografías. Había muchas pero la que
más le gustó fue la de vegeta en el suelo
de un jardín rodeado por siete niños de
distintas edades.
Vegeta: Son mis sobrinos. - Le dijo bajando las escalera. Bulma volte a verlo y se derritió
de dese0 por ese hombre.
Bulma:eres muy familiar. Tienes muchísimas
fotos.

Vegeta:Me gustan las familias grandes,
En eso no me parezco amis hermanas

Bulma:Tienes tres, ¿verdad? - vegeta asintió. -
Se parecen entre ustedes.
Vegeta:Salvo en el sentido de la
responsabilidad... - Murmuró. Vegeta
mira el reloj antes de mirarla a ella. -
¿Tienes hambre? -
Bulma:No mucha.
Vegeta : encenderé la chimenea para que
caliente la habitación. ¿Quieres algo de
beber?-
Bulma:Un refresco estaría bien. No quiero
ver ni una gota de alcohol en mi
cuerpo durante un tiempo. -
Él sonrió y dio la impresión que
aguantaba la risa. Se acercó a la
chimenea y se agachó para encenderla.
Bulma le contemplaba maravillada. Se
había puesto unos pantalones negros
de pijama y una camisa también a
juego que tenía desabrochada lo
suficiente como para ver el inicio de su
marcado abdomen

Se mordió el labio al bajar y ver su
trasero tan firme y duro que le daban
ganas de acercarse, tocarlo y hacer
muchas cosas pervertidas más. De
pronto pensó que no necesitaba la
chimenea para caldear la habitación,
solo a vegeta.
Bulma:Profesor...
Vegeta:vegeta. - Rectificó él. - Ahora puedes
llamarme vegeta
Bulma:Vale...vegeta. - Olas de placer
estremecieron su cuerpo al pronunciar
su nombre y sentir que entre ellos
nacía tal intimidad. Estaba segura de
que a él le había pasado lo mismo. -
Debería irme a casa. -
Bulma:Son más de las una de la mañana.
Vegeta:Te quedarás aquíy por la mañana te
llevaré a tu casa. -
Bulma:Pero...
Vegeta :Tampoco creo que vallas a dormir
mucho. - Interrumpió dejandola
boquiabierta. Él se levantó la miró y

Vegeta. - Si tienes que llamar a
alguien para avisar el teléfono está al
lado del televisor. -
Bulma se acercó al teléfono y marcó
el número de 18 esperando que
siguiera despierta y, por supuesto,
que no estuviera con algún o algunos
de los suyos en una situación que le
imposibilitara responder.
Tras el cuarto tono la vOZ de 18 le
rompió el tímpano.
18:¡Papa Noel te ha escuchado! - Gritó lo
más fuerte que pudo
Bulma:Quieres bajar el tono de voz!? ¿i¡Y
cómo sabías que era yo!? Dime ahora
qué hago. -

18:Mujer, no querrás que te explique lo
que tienes que hacer, ¿verdad? Creo
que ya eres mayorcita para saber qué
pasa entre un hombre y una mujer. -
Bulma:No me refiero a eso, nosotroS ya... -
18:No jodas! ¿Ya lo han hecho!? -
Bulma:¡No!! Bueno, no del todo...mira, esto
no es para hablarlo por teléfono.
18:Tienes razón, quiero detalles y eso
sólo lo conseguiría viendo tu cara
mientras me lo cuentas. Pero antes de
pasar a otro tema..¿La tiene grande?
Bulma:¡18! - Gritó.
Vegeta :¿Pasa algo? - vegeta se asomó por la
puerta al escuchar el grito.
Bulma:No...nada... Lo siento. - Dijo colorada.
El no se quedó muy satisfecho pero
volvió a la cocina.
18: Joder, me has
dejado sorda. -
Bulma:Mira quién fue hablq
18: -Bueno, ¿qué quieres?