Parte 11

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Bulma abrió los ojos tratando de
adaptarse a la luz que entraba por la
ventana. Movió las manos buscando
a vegeta pero éste no estaba en la
cama con ella. Debía haber salido
hacía tiempo pues la cama estaba fría.
Se estiró como un gato y salió para
darse una ducha y lavarse los restos
de la noche anterior. Eso hizo que sus
Labios crearan una sonrisa satisfecha.
Por fin había logrado tener sexo con
él. Se sentía tonta por sonreír de esa
manera pero no le importaba, en esos
momentos era la mujer más feliz del
mundo.
Tras ducharse rápido y encontrar un
sudadera y unos shorts, abrió la puerta
de la habitación y bajó las escaleras.
En el salón no estaba y tampoc0 en el
jardín. Se fijó en que no tenía ninguna
decoración navideña y le extrañó un
poco pero siguió buscándolo. Entró en
la cocina y se quedó quieta para que
no la oyera. Estaba cocinando algo
que olía realmente bien; se movía por
la cocina como si fuera su segundo
hogar. Los músculos se tensaban por
el movimiento y estaba empezando
a excitarse sólo de verlo. Llevaba los
pantalones negros de la noche anterior
y la camisa sin abotonar.
Vegeta se dio la vuelta al sentir su
presencia y dejó de respirar al verla.
Sólo con una sudadera y unos shorts,
era la viva imagen de una mujer
más que complacida. Tenía el pelo
húmedo y sus manos se agarraban
al elástico de la sudadera como si
quisiera mantenerlo en su sitio. Sus
muslos se movían frotándose entre
si, seguramente tratando de calmar el
dolor que tenía entre ellos.
Le sonrió y se acercó a ella para
envolverla con sus brazoS y poder
aspirar su olor. Desde que la había
dejado en la cama la echaba de menos.
Le puso el mentón en su coronilla e
inspiró profundamente.
Vegeta-Hueles muy bien. -
Bulma-Me acabo de duchar. -
Vegeta-Pero tu olor es diferente de los
shampoos o jabones que tengo. ¿Ya
estás eXcitada?-
Bulma-Es tu culpa... - Acusó. - Por ser
increiblemente sexy. - La risa de
Vegeta la recorrió de la cabeza a los
pies. Levantó la cabeza para mirarlo
y capturó los labios de él en un beso
que dominó de principio a fin. Vegeta
le dejó marcar el ritmo conteniéndose
para no tomar el control y follarla en
la encinmera de la cocina.
Vegeta :Tengo hambre... - Dijo con sus ojos
más oscurecidos que de costumbre.
Hay café, pan de plátano y puedo
prepararte lo que quieras. -
Bulma-¿Como a ti? - Preguntó atrevida.
Vegeta - Después tengo preparado algo
especial. - Contestó él acariciandole
con un dedo la mejilla. La llevó hasta
una de las sillas y se volvió para poner
los platos que había preparado para el
desayuno. Había pan, fruta confitada
que hizo que el calor subiera aún más,
cereales y demás. Ella probó todo lo
que le ponía deleitándose de paso con
Su cuerpo que lo tenía delante.
Muchas de las veces fue el propio
Vegeta quien le dio de comer con sus
manos y ella podía en esas ocasiones
chuparle los dedos y ver cómo los ojos
de él se oscurecía el deseo.
Vegeta-Quiero pedirte disculpas. - bulma lo miró
interrogativamente.
Vegeta- Por hacerlo sin
protección. Me olvidé por completo. -
Bulma-Oh... - Tampoco ella se acordó y por
la mañana, era tan feliz por cómo se
sentía que no había caído en la cuenta.
Vegeta- No pasa nada, tomo anticonceptivos
desde hace un tiempo. Mi médico dice
que los necesito para regularme. -
Vegeta-¿Y tú no? - Preguntó divertido.
Bulma-Soy demasiado nerviosa para que mi
cuerpo no haga de las suyas por sí solo.
Por cierto, ¿dónde está mi ropa? -
Vegeta-En la lavadora. La puse hace un
rato así que todavía no estará lista. -
Contestó vegeta. - Y la verdad es que te
prefiero tal y comno estás. -
Bulma-Me gusta estar así de cómoda en casa.
Es como siempre estoy.
Vegeta-¿Y húmeda? - Preguntó él ofreciéndole
un dedo cubierto de mermelada de
fresa.
Ella abrió la bocay se lo introdujo
por completo mientras su lengua
se encargaba de darle un pequeño
masaje.
Cuando lo soltó después de unos
minutos se relamió.
Bulma-Eso sólo lo consigues tú... -
Vegeta-Creo que deberías llamar a 18... -
Dijo él.
Bulma-¿Por qué?
Vegeta-Porque no pienso devolverte hoy.
Respondió inclinándose sobre ella y
besándola.
-Tras una sesión doble de besos
sin ir más allá ninguno de los dos
terminaron de desayunar y bulma ayudó
a vegeta a limpiar la cocina. La llevó
hasta el salón y ambos se sentaron en
el sofá, ella recostada sobre él, para
ver una película navideña.
Bulma-¿Por qué no tienes decorada tu casa? -
Vegeta-No me gusta decorarla sólo para mí.
En Navidad siempre suelo ir a casa de
alguna de mis hermanas y siempre
estoy de casa en casa así que sólo paro
aquí para dormir. -
Bulma-¿Entonces tenías hoy otros planes? -
Preguntó incómoda por haberle hecho
cambiar de planes.
Vegeta-Ninguno tan placentero como éste.
- Respondió apretándola junto a él. -
-
Créeme, cambiaría todo por estar aquí.
El estar tan juntos no era algo muy
divertido...bulma comenzó a sentirse
cada vez más inquieta y sus piernas
no dejaban de moverse. Mientras,
Vegeta movió su mano por detrás de
la espalda de ella hasta llegar a su
trasero. Le apretó una de las nalgas
haciendo que ella soltara un gemido
y se dirigió hacia su agujero donde
empezó a masajearlo por encima de la
sudadera.
La pelícla seguía avanzando pero
ninguno de los dos le prestaba
atención, vegeta ocupado con el trasero
de bulma y ella acariciando con su mano
la entrepierna y el miembro de él
que iba poniéndose más duro por
momentos.
Cuando vegeta empujó uno de sus
dedos sobre el agujero del trasero de se
quedó sorprendido.
Vegeta-¿No llevas ropa interior? -
Bulma-No sabía dónde la guardabas...
Replicó ella jadeando por esa
intrusión, aún cuando había sido
mínimay con la sudadera entre ellos.
Vegeta reti su tacto y le sacó la
sudadera y luego los shorts, dejándola
desnuda. Volvió a apretarle la nalga y
apartó la mano.
Vegeta -Ve arriba, bulma . -
Bulma-Aún estoy viendo la película. - Protestó
ella haciendo un mohín aunque éste
era más bien fingido.
Vegeta-Merecerá la pena. Y ahora ve. - Repitió
haciendo que se levantara.
La siguió con la mirada mientras ella
subía las escaleras ofreciéndole un
espectáculo de su trasero y fue hasta la
cocina con rapidez.
Tomó un cuenco y vació el contenido
de una cubetera en ella. Lo agarró
y subió con él arriba donde bulma
lo esperaba tumbada en la cama
moviéndose como una gatita en celo.

𝐌𝐘 𝐏𝐑𝐎𝐅𝐄𝐒𝐎𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora