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NARRA EMILIA
Me quería tomar el palo; no estaba cómoda para nada después del encuentro con Mauro. O, Duki; aprendí que era Duki, supuestamente un cantante muy importante en la escena argentina. En mi vida escuché hablar de él.

Ya en la salida, estaba caminando para esperar un Uber, cuando de la nada, una moto se estacionaba a mi lado. En mi cabeza estaba el Padre Nuestro: "Que estás en los cielos, santificado sea tu nombre." ¿Cómo era? Mi abuela me mataría si se entera que después de tanto, no me aprendí el Padre Nuestro.

Estaba cagadísima; pensaba que me iban a chorear, y yo, regaladísima, con el celu en la mano.

—¿Qué onda, Emii? —Me dijo una voz conocida; era Lautaro, el mejor amigo de mi novio.

—Hola, amigoo, todo bien y vos?

—Todo cheto, amigaa, ¿te sumás a una joda? —Me dijo con una sonrisa.

—Eh? No, amigo; ni ganas tuve. Un día de mierda. —Le dije con una mueca.

—¿Emilia Mernes diciendo que no a una joda? Hoy llueve.

—Dale, tarado. ¿A dónde vas a salir? —Le dije con una sonrisa.

—¿Venís o no? No tenés que poner ni un mango; dale, copate.

—Bueno, dale; nada más porque estoy al pedo.

—Dale que se pica —dijo, alargando la "a".

Llegamos a donde era la supuesta joda. Confiaba en él; tenemos tiempo conociéndonos y era un gran amigo. Cuando vi donde era, me quería matar; este boludo me trajo al Tropi. Nicole se entera donde estoy, y me mata; a Martina directamente no la cuento.

—¿Sos boludo? —Le dije con una sonrisa a Diego.

—Dale, Emi; tenés que saber lo que es una buena joda. Nada de cosas chetas, y escondé el celu, que te lo ven y fuiste.

—Mira dónde me traes; más te vale que no me dejes sola, porque le cuento a Matías.

—Ni me hables de ese gil —dijo con una mueca.

—¿Qué te hizo? —Dije intrigada.

—Na, deja; que te cuente él si es tan varón —me dijo con una mueca en la cara.

—Vamos a buscar algo para tomar; me estoy cagando de calor, posta. —Le dije mientras veía hacia los lados en busca de una barra.

—Dale, nomás; seguí adelante.

—Dale, vamos. No me soltes el brazo; me da cosa que me roben, boludo.

Cuando estábamos caminando, una boluda me chocó y me tiró todo el fernet en el outfit. Otra vez, no; otra vez, no. Estas cosas nada más me pasan a mí; dos veces en el mismo día, me tiran la bebida y me cagan el outfit.

—Fijate dónde vas la próxima, pedazo de pelotuda

—¿Yo? Boluda, me volcaste todo; pedí perdón, por lo menos, pelotuda. —Le dije con una cara de asco.

—Dale, ñeri; ojo que te dejo sin cabeza de la trompada que te voy a dar, la concha de tu madre. —Me dijo mirándome de arriba de abajo. Genial, una turra me va a dejar sin pelos.

—Dale, Magali; ¿qué flashás? Rajá de acá, colorada pelotuda. —Le dijo Lautaro, empujando a "Magali."

—Qué flashás, Lauta Qué defendés a esta cheta ¿Vos también querés que te haga mierda? —Le dijo a Lautaro. Dios, cómo habla.

Me quería ir de ahí. Hoy no había sido un buen día, y necesitaba descansar. Me di la vuelta para irme, pero siento que me tiran el pelo desde atrás. No, no; esta pelotuda está flasheando de una manera. No me gusta pelear; me parece groncho, pero si me toca defender lo voy a hacer.

—¿Perdón? ¿Y a vos qué te pasa? No creo que ir a los golpes resuelva todo esto. —Le dije tranquilamente.

—Ah, te cagaste, toda cheta de mierda.—Me dijo; ya iba a empujarla cuando siento un brazo alrededor de mi cintura.

Quedé paralizada ante el tacto, pero volví a la realidad dándome cuenta que un desconocido está tratando de sobrepasarse conmigo. No es Lautaro porque lo tengo delante de mí; voltée a verlo y lo último que esperaba es ver a esa persona atrás de mí.

—Magali, ¿te podés calmar? No podés andar por la vida tratando mal a las personas. —Dijo Mauro; ja, irónico; hoy todo el día me estuvo tratando mal y ahora se hace el defensor del pueblo.

—Dale, amor ¿Vos también vas a venir a defender a esta pelotuda? —Dijo Magali; ahora la sorprendida soy yo; ¿amor le dijo? osea que Mauro es novio de Magali.

—Primero que todo, a mí no me tiene que defender nadie; yo puedo sola y ¿si él me quiere defender? Y pelotuda vos, mogólica, Me tenés podrida.—Le dije ya cansada. Mauro hizo más fuerte el agarre en mi cintura.

—¡Claro que hay problemas! ¡No sé si sabés, pero Mauro es MI novio! ¡Así que anda soltándolo, porque no es joda cuando digo que te agarro y te dejo sin pelos!.





















[✰]

pobre piba le pasa de todo JAJAJAAJ ahre

les confieso que iba a dejar abandonada esto pero me entro la inspiración de la nada y bueno pintooo

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~valen💗💗

starboy; duki, emilia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora