"La buena suerte es una oportunidad aprovechada."
Tomó su mano. Tomó su mano y dijo:
- No te vayas. Quédate conmigo. -
Sus ojos se abrieron, y tomó la mano de Louis más fuerte aún.
- No me iré a ningún lado. -
Harry terminó de cubrir a Louis y arrodilló a su lado. Comenzó a acariciarlo. Pasaba su mano lentamente por la mejilla del ojiazul, procurando que este no se despertase. También pasaba su mano por entre sus cabellos, desenrredándolos suavemente.
A veces se detenía y miraba los labios del mayor, pasando cuidadosamente sus dedos por esos dos trozos de carne roja; y cuando ya quería darse cuenta, lo estaba besando. Estaba besando a Louis, y ni siquiera despegaba sus labios de los suyos, solo seguía.
En ese momento, se dio cuenta. Se dio cuenta de que estaba enamorado de Louis. Al sentir por primera vez su sabor, entendió todo.
Sintió que Louis había comenzado a seguirle el beso. Ambos estaban consientes de lo que hacían. Louis y él se estaban besando. Ambos pares de labios estaban en contacto, de a poco se encontraban, se conocían y se extrañaban.
Estaban sumergidos completamente en el otro, no querían separarse, no podían. Sus cuerpos y sus corazones se los impedían. Era como si se sintieran sedientos, y la única forma de saciar esa agobiante sed, era a través de sus besos.
Se sentía tan extraño, pero tan familiar a la vez. Era como si ya se hubieran conocido en un pasado, y ahora sus almas, sus mentes, sus corazones... Lo que fuese, se volvieran a juntar para equilibrar la vida del otro.
Louis se sintió extraño, se sintió mal, vacío, cuando Harry lo tomó por sus mejillas y los separó. Lo miró a los ojos. Los ojos de Harry reflejaban culpa, angustia, tristeza. Y Louis no lograba cómo. ¿Cómo podría sentirse así, luego de la cosa más hermosa? Ninguno de los dos habló por unos segundos. Solo se miraban. Hasta que el risado se paró y miró muy arrepentido al castaño.
De a poco se iba alejando, sin dejar de mirar a Louis.
- L- Lo- Louis... Lo-lo siento. -
Louis se paró de la silla y caminó hasta Harry. Quiso tomarle la mano, pero el menor retrocedió bajando la vista.
- Louis... Yo lo-lo yo... Yo lo siento. -
- No, Harry. ¿Por qué? - Este trató nuevamente de acercarse al risado, pero este volvió a retroceder. - ¿Qué pasa, Harry? -
- Y-yo-y-yo... - Suspiró. - Adiós. - Salió rápidamente de la habitación. Y Louis solo se quedó en la puerta, viendo como el muchacho de risos se alejaba de él.
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Tomó su mano y terminó de cubrirlo. Louis balbuceaba "No. No te vayas. Vuelve" una y otra vez. Así que, el risado trató de despertarlo. El castaño se encontraba todo sudado, se movía. Se movía mucho, demasiado. Harry intentó nuevamente despertarlo, pero no lo lograba. No sabía qué hacer. Como último recurso, lo tomó por las mejillas y pidiéndole perdón de ante mano, le pegó un cachetazo a mano abierta, en su mejilla derecha.
Logró despertarlo, pero a cambio de eso, un fuerte "Ouch" salió rápido y fuerte de la garganta del castaño.
- ¡Ouch! - Gimió el mayor, reposando su mano sobre su mejilla teñida de rojo debido al golpe. -¿Qué mierda? -
- Lo lamento, Louis. Es que tú... y luego yo... ¡Perdón! -
- ¿Por qué me golpeaste? -
- Es que tú estabas balbuceando cosas muy raras, y yo me preocupé. Y también hacías movimientos muy extraños. -
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Pétalos de Rosas ·Larry Stylinson·
Fanfiction- ¿Por qué haces esto? - - No lo sé... Me hace sentir mejor... Creo. - - ¿Y por qué rosas? - - Tampoco lo sé. - - Tal vez sea porque cada pétalo que le quitas es un pequeño recuerdo, tal vez bueno o malo. Y cuando se queda sin pétalos queda solo el...