Hermanos

No las entiendo

Llevábamos bastante tiempo caminando y parecía que este túnel no tenía fin. Eso o tal vez solo era yo cansado de todo el parloteo de esta insufrible mujer. Sacaba temas de conversación de cualquier cosa: el nuevo vestido que se había comprado, lo cansada que estaba después de realizar su último trabajo e incluso sobre las posibles joyas y otros regalos que debería darle.

Lo que me lleva a preguntarme ¿por qué estaría yo dándole regalos?, rara vez le obsequio alguno a Amy y eso que es mi hermana. Casi todas las cosas que consigo de mi trabajo buscando tesoros terminan en museos o subastas, como sino haría para conseguir dinero para sustentarnos a los dos, el dinero no crece en los árboles aunque con las cosas locas que nos pasan todo el tiempo eso no sería lo más extraño.

Me encontré terminando con mis divagaciones debido a el fuerte apretón que sentía en mi brazo. Dirigí mi mirada hacia ese lugar e inmediatamente fruncí el ceño a Rouge que era la causante de mi dolor, no parecía estar muy contenta por mi falta de atención.

- No puedo creer que por fin estemos solos y tú no te dignes a prestarme un poco de atención.
Dijo quejumbrosa y golpeando el suelo rocoso con su pie.

- Te prestaría más atención si hablaras de cosas interesantes e importantes.
Espeté rápidamente sin dejarme intimidar.

Debí haberme imaginado que decirle a Rouge esas palabras y de esa manera no terminaría bien para mi, pero para mí desgracia no me doy cuenta de mis errores hasta que estos terminan golpeandome y eso con Rouge se vuelve literal. Y efectivamente me había dado una patada que hizo que me estrellara contra el muro de roca sólido que se había abollado debido a la fuerza con la que me golpeó. Sin embargo ese último detalle era irrelevante.

A decir verdad no me dolió demasiado estaba acostumbrado incluso a que me pateara mucho más fuerte. Esto me podría haber llevado a especular que no estaba demasiado molesta y que se le pasaría rápido, pero ese no fue el caso. Para mi desgracia mi boca reaccionó antes de que mi cerebro pensara en alguna solución en la que pudiera salir con mi integridad física mayormente intacta ( yo si utilizo mi cerebro a diferencia de lo que creen algunas otras personas). El punto aquí es que volví a cometer otra estupidez y le eché más leña al fuego.

- No me extraña que estés la mayor parte del tiempo sola, con lo agresiva e insoportable que eres quien querría andar contigo una..
No pude completar esas palabras, solo recuerdo haber sentido mucho dolor y después todo se volvió negro.

En mi último momento consciente se me vino a la mente esa frase que me había dicho Amy hace varios meses atrás después de otra discusión que había tenido con Rouge:"No comprendes los sentimientos ni la mente de las mujeres". A pesar de que en aquel entonces simplemente la ignoré en este preciso momento me encontré estando muy de acuerdo con esa afirmación. Tratar con ellas era un verdadero martirio, aunque yo vivo con una que también tiene mal carácter.