||S I E T E||

27 6 0
                                    

HARI

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

HARI

Mi mirada se mantiene fija en la pantalla que tenemos por pizarrón, las letras comienzan a tornarse difusas y difíciles de leer cuando mis ojos amenazan con cerrarse poco a poco. No logré dormir más de dos horas la noche anterior y en parte, se lo debo a la serie interesante, que por cierto ya terminé de ver, y a sobre pensar en todo y en nada a la vez. Fue una jodida tortura. Ni siquiera cuando entrenaba todos los días me sentía tan cansada.

La campana suena por toda la institución indicando la hora del almuerzo y dejo caer mi cabeza sobre mi mesa al sentir que no voy a poder continuar con los ojos abiertos ¿Es necesario comer? Si duermo, no como y si como no duermo, necesito hacer ambas para conservar un poco de energía hasta el final del día, pero la verdad es que solo quiero dormir.

—¿Es la clase cuatro?—inquiere una voz femenina.

—Esta es.

—Estoy buscando a una chica: tiene una presencia fuerte, mirada intensa, siempre camina erguida, es bonita, cabello negro, ojos grandes, rodillas raspadas…

Levanto la cabeza cuando la descripción comienza a tomar mi forma, encontrándome con la chica con la que choqué el día anterior. Ella sonríe y saluda a un par de chicas antes de tomar asiento frente a mi.

—Hola. Soy Himari.

—Hari—paroadeo un par de veces adaptando mi vista a mi entorno—No tenías que venir.

—Lo se, solo quería asegurarme de que estuvieras bien—se encoje en hombros, sus bonitos ojos calvados en los míos.

—Solo fueron un par de raspones—Himari frunce el ceño, así que decido bromear un poco—Si la culpabilidad te atormenta, invítame el almuerzo.

—Hecho.

—¿Que?—la chica de cabello negro se levanta de la silla y me observa esperando a que también lo haga—No, solo era una broma, no es necesario.

—Oh—suelta una risita nerviosa—No se diferenciar las bromas, ironía o sarcasmo. Lo sé, estoy defectuosa, pero enserio, vamos.

—De verdad…

—No es como si tuvieras algo mejor que hacer—ouch. Suelto un suspiro y me levanto de la silla para caminar junto a ella—Por cierto, voy en segundo, clase 3.

Lo supuse.

Caminamos hacia la cafetería y en ese corto lapso de tiempo, me doy cuenta de que Himari es una mariposa social que al parecer todo el mundo adora. Hacemos la fila correspondiente para comprar el almuerzo y agarramos nuestras bandejas para sentarnos en una mesa vacía.

—No eres de Japón ¿Verdad?

—¿Que me delató?

—Tienes un ligero acento al hablar—se encoje en hombros tomando su hamburguesa con las manos—Tus rasgos físicos… no, definitivamente no son japoneses.

Entre la red y el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora