Capítulo 5

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Antes de que pudiera responder algo ataco mis labios en un gran beso. Me detuve un par de segundos para seguir con el beso, lleve mis manos hacia la nuca de Gerardo y atraerlo lo mayor posible hacia mi, él por su parte formó un abrazo al rededor de mi cintura.
Comencé a acariciar su nuca, a la par que el beso iba aumentando la intensidad y hasta la velocidad.

[...]

Las caricias y los besos fueron en aumento, ambos no pensábamos en parar. Nuestras prendas fueron cayendo una a una, tome a Selene por la cintura para pegarla lo mayor posible a mi cuerpo, la observe detenidamente, con mi pulgar fui delineando el contorno de su rostro, fui acercándome a sus labios.  Comenzamos a avanzar hacia la gran cama, fui recostando a Selene delicadamente, comencé a esparcir pequeños y húmedos besos sobre todo su cuerpo me detuve especialmente en el vientre, por unos segundos imagine como
seria verlo abultado y tener la posibilidad de que llevara un hijo de ambos dentro de ella. Di inicio a lo que necesitábamos ambos, entre caricias, besos, pasión y gemidos, terminamos.
Me acomode a un lado de mi amada para después recargarla sobre mi pecho y me poder descansar ambos.

A la mañana siguiente desperté aun con Selene entre mis brazos, sonreí al verla pacíficamente dormida, di un cálido beso sobre los labios de mi amada. Esta comenzó a despertar.

- Hola, buenos días corazón -saludo aun adormilada.

- Buenos días amor mio -sonreí- lamento que te desperté, solo quería darte un pequeño beso -confesé.

- No hay problema -sonrió- ya es algo tarde y debemos levantarnos

- Si piensas que iras a trabajar, estas demasiado equivocada. De aquí no sales, y menos para ir a trabajar -sentencie.

- Esta bien -rodo los ojos- a decir verdad no tengo ánimos de ir a trabajar, solo avisare que no iré -sonrió.

- Yo tampoco...

- ....¿Tampoco que? ¡Iras a trabajar! Eres quien debe dar el ejemplo, así que vas a ir -sentenció.

- ...pero, tengo que cuidarte y estar al pendiente de lo que te pase. No quiero pasar otro susto -tome sus manos entre las mías.

- No pasara nada -sonrió- voy a estar bien, puedo llamarte por teléfono e informarte como estoy.

- No me convence tu idea -informe-  quizás es mejor que los dos nos quedemos aquí todo el día descansando en la cama -sonreí.

- No podemos quedarnos aquí todo el día -negó con la cabeza- en primer lugar porque no es bueno y en segundo lugar porque en verdad muero de hambre -casi grito.

- ¿Hambre? ¿En verdad tienes hambre? - pregunte asombrado- nunca tienes hambre, en verdad estas poquito mala mi amor -simule tomar su temperatura corporal.

- Es en serio -hizo un puchero- quiero comer algo, o quizás pueda morir en este momento por no recibir alimentos en casi doce horas -dijo dramatizando.

- En verdad pienso que algo extraño te pasa y no quieres decirme. Puedes confiar en mi -sonreí para darle confianza.

- No tengo nada -sonrió- solo toma en cuenta que no he recibido alimento durante varias horas y que la comida del hospital es un total asco -confeso- y tengo antojo de esos deliciosos panines que sabes cocinar -sonrió.

- Cocinare con la condición que hoy vayamos a cenar fuera de la ciudad ¿te parece? -asintió con un movimiento de cabeza.

Ambos nos pusimos de pie, después de una ducha rápida bajamos a preparar el desayuno.
Entre risas y besos terminamos de preparar nuestros alimentos, nos sentamos en la barra para comer. 

Insistía en darle de comer a Selene en la boca, pero ella se resistía y terminaba por soltar una carcajada.

[...]

Terminamos de desayunar, Gerardo fue a darse una ducha mientras yo limpiaba  y lavaba los platos y vasos que habíamos utilizado.  Cuando termine me dirigí a la habitación de Gerardo, quien aun no salía del baño. Comencé a ordenar la cama, la cual tenia las sábanas hechas un desastre, sonreí al recordar el motivo por el cual estaban así.
En menos de cinco minutos la habitación estaba totalmente arreglada y limpia, había cambiado las sábanas y puesto las sucias en la lavadora.

Gerardo salio del baño con una toalla alrededor de su cintura, lo observe detenidamente, sentí que en cualquier momento comenzaría a babear al ver cada uno de sus músculos tan bien trabajados y haciendo que se marcaran.

- Me siento acosado -hablo, haciendo qué despejará mi mente- pero mira como te haz puesto, estas mas roja que un tomate -dijo burlón.

Era cierto, sentía como mi rostro se ponía cada vez mas cálido y por ende rojo. No era común que yo actuara de esta manera y mucho que causara un sonrojo en mi.

- ¡Calla! Me haces sentir mal por observarte -desvíe un poco la mirada.

- No tienes porque sentirte mal -se acerco a mi y tomo mi mentón para observar directamente a mis ojos- soy todo tuyo -sonrió y beso mis labios.

- Comienzo a creer que hoy es el día de sonrojar a Selene -comente simulando molestia.

- Para nada cariño -sonrió- por lo pronto me cambiare, porque mi jefa ha dicho que no podré faltar al trabajo.

- Se muy bien que te refieres a mi -rode los ojos.

Gerardo solo sonrió y se acerco para nuevamente besar mis labios. Termino de vestirse y lo acompañe a la puerta, después de tardar quince minutos en la despedida por fin pudo irse, sonreí mientras entraba en el elevador. Cuando las puerta de hierro se cerraron, entre de nuevo al departamento. No tenia que hacer, y tampoco tenia ganas de hacer algo.  Decidí ver una película, pero recordé que sería mejor ir preparando la sorpresa de como le diría a Gerardo que sera papá. Camine hacia el estudio improvisado de él, busque una hoja en blanco y un lapicero. Me sente en la silla situada atrás del escritorio. No tenia una idea clara de que escribiría, quizás por lo pronto seria un borrador y así decidir que haré.

Comencé por escribir la fecha, seria una gran sorpresa para la cena de Año Nuevo que estaba próxima.

[Carta]

31 de Diciembre.

Querido papi:

Quizás te parezca extraño el saludo, y pienses que no tienes ningún hijo. Y por ello es el motivo de esta carta.

Aun soy muy pequeñita o quizás pequeñito, eso aun no lo sabe mami. ¡Si papi, mi mami me lleva en su vientre!
Quizás para ti sea una gran sorpresa, así como lo fue para mi mami, pero quiero que sepas que te amo. Y se que tu también me amas, también se que no estaba planeada mi llegada a este
mundo, pero lo que no se planea sale mucho mejor.
En verdad tengo una enorme ilusión de poder estar entre tus brazos, sentir tu cariño, así como tu amor paternal.

Aun faltan bastantes meses para mi llegada a este mundo.
Te quiero demasiado papi y por favor podrías darle un enorme beso a mi mami de mi parte ¿si? Ella te lo agradecerá mucho.

Atentamente:
Tu pequeñ@ hij@

Decidí guardar aquella carta, quizás podría darsela a Gerardo. Salí de aquella habitación, no tenia mucho por hacer, me dirigí a la sala para poder ver una película, pero el sonido de unos toquidos en la puerta hicieron que quitara mi atención de la pantalla.
Me puse de pie para dirigirme a la puerta, tome el picaporte y lo hice girar para que pudiera abrirse. Ahí se encontraba Lidia, sonriente como es costumbre en ella. Antes que pudiera saludarla se abalanzó hacia mi dándome un gran abrazo, en un principio me sorprendió aquel acto, pero en seguida correspondí al abrazo aun sin saber el motivo de este.





¡Hola! Una disculpa por actualizar apenas, los cierres e inicios de mes siempre se me cumplían.

Espero les guste, no olviden dejar sus votaciones y comentarios. ¡Gracias!

Por cierto, las invito a leer mi otra historia: "Conspira Universo" con Alan Mozo.

Feliz Año Nuevo Mi Amor, Gerardo Arteaga. /Terminada/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora