Capítulo 3: No Trates De Arreglar Lo Que No Tiene Arreglo

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La noche transcurrió sin más alborotos y apenas los primeros rayos del sol se colaron por las ventanas de la casa de la nación insular todos se levantaron rápidamente para irse. Usa no era la excepción, este último mencionado ya se encontraba en la puerta de la casa con sus cosas listo para irse.

—Usa por favor, quedate aunque sea 2 días más—suplico Reino Unido con voz entrecortada.

—Lo siento pero es lo mejor, lo que paso anoche no fue agradable y prefiero estar en un lugar tranquilo—respondió el estadounidense firme—Además sobretodo con lo ocurrido en la cocina definitivamente prefiero estar en otro lugar—pensó para si mismo con mueca de disgusto.

—Esta bien, entiendo, de por si no estaba planeado que te quedaras desde un principio y con la situación de anoche es comprensible—dijo Reino Unido soltando un suspiro—Deja te ayudo con tus cosas.

—Temo que eso no sera posible señor—dijo un guardia interrumpiendo la conversación—Hay un problema y me solicitaron que lo llevara de inmediato a reunión.

—Debe ser broma—Reino Unido miro incrédulo al guardia.

—Ve, no hay problema, yo me las arreglo solo—dijo el estadounidense tomando como podía su bolso pues tenía a su bebé en brazos también.

—¡No! deja busco a alguien que te ayude—replicó la nación insular.

—Yo te ayudo Usa—dijo una cuarta voz apareciendo en la conversación.

Usa se sorprendió al ver al ruso acercarse, hubiera jurado que se habia ido junto a los demás desde temprano.

—¿Qué haces aquí Rusia?—preguntó con molestia la nación insular.

—Estaba esperando a que me vinieran a buscar la verdad—respondió el ruso encogiendo sus hombros—Pero no tengo problema en ayudar—repitió nuevamente mirando principalmente al estadounidense.

—No gracias, prefiero que otro ser me ayude—comento el estadounidense con disgusto.

—Yo voy de salida, con gusto te ayudo Usa—comento con una sonrisa Trinidad y Tobago.

Usa miro perplejo al trinitense, debía estar bromeando después de lo de anoche.

—No gracias.—Para el estadounidense era una total locura aceptar la ayuda de alguno de esos 2—¿Todos los demás se fueron?—Reino Unido asintió con su cabeza—Diablos. ¿Algún guardia o alguna persona que me ayude?.

—Temo que no, la mayoría esta en sus labores pero puedo pedir que alguien venga a ayudarlo, solo tomara una hora o dos—indico el guardia.

—Es mucho tiempo para mi—dijo el estadounidense negando con su cabeza.

Usa estaba entre la espada y la pared, no había nadie que lo ayudara más que esos 2 países y sinceramente no queria escoger. Si era Trinidad y Tobago se condena a un camino de preguntas incómodas y situaciones como la de anoche y no le agradaba la idea pero si escogia a Rusia... Iban a suceder cosas mucho peores.

—Tengo entendido Trinidad y Tobago que tu te dijeres a la zona norte pues es donde esta tu hotel, Usa en cambio va hacia la zona oeste. Sus camionos no son compatibles—comentó el ruso mirando con molestia al trinitense—Yo en cambio voy a la zona oeste, creo que lo mejor es que yo ayude a Usa. Además no creo que tengas problema con eso ¿cierto?—preguntó al final mirando al estadounidense.

Usa se quedo en silencio unos segundos mirando al ruso, estaba indeciso de si aceptar o no y ante ese silencioso Rusia hablo.

—Entonces veo que no hay problema—dijo tomando el bolso que llevaba Usa para colocarselo y tomar las demás cosas.

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