WHAT THE HEART WANTS °WINRINA°

About Love - Marina

-Señorita Yu, está muy rígida- Instruyó Minjeong al ver la postura de Jimin. Se acercó, lo suficiente para invadir su espacio personal, pero sin ser realmente consciente de ello y le tocó el brazo derecho -Sus movimientos serán predecibles- Agregó, dándole unas suaves palmaditas para que dejé de estar tan tensa -Sí le muestra a sus enemigos que tiene miedo de usar la espada, no dudarán en atacarla, así que siempre debe mantenerse alerta, pero tampoco puede estar tan rígida porque se darán cuenta que es una principiante.

Jimin no intentó ignorar el hecho de que están demasiado cerca. Esencialmente porque a Minjeong no le importa y no parece darse cuenta. La princesa solo se acerca a ella para decirle cómo debe hacerlo y darle consejos. 

Siguiendo las instrucciones, empuña la espada de madera con las dos manos y trata de relajar su postura. Minjeong, a su lado, le da el visto bueno con un asentimiento de cabeza. Luego le indica cómo tiene que golpear, dando un ejemplo con su propio cuerpo y aconsejándole lo que no debe hacer cuando quiere atacar. Cuando termina, la anima a intentarlo, señalando el muñeco de madera que usan los soldados para entrenar. Este, en especial, fue puesto en el jardín con el único objetivo de facilitarles su entrenamiento.

Después del incidente donde Minjeong fue envenenada, Jimin tuvo la magnífica idea de pedirle que le enseñe a pelear. Esto con la esperanza de sacarla de su caparazón y hacerle olvidar el mal rato que pasó. Para sorpresa de todos, funcionó. La princesa no se negó a la petición y apenas pudo moverse, se tomó el trabajo de enseñarle (desde cero) cómo defenderse. Así han estado las últimas semanas, practicando sin afán, especialmente porque Minjeong sigue recuperándose. Nadie dijo nada cuando las vieron el primer día entrenando, Jongin de hecho fue el que ordenó plantar ese tronco en medio del jardín y Chaewon a veces, cuando no tiene trabajo, se acerca a acompañarlas.

Jimin miró de reojo a su instructora cuando dio un golpe, esperando su reacción. Con el pasó del tiempo y a medida que volvieron a tener conversaciones casuales en medio de los entrenamientos, Minjeong, poco a poco, volvió a abrirse con ella. No hasta el punto de contarle lo que pasó en esa misión, pero al menos ha recuperado algo de su brillo, ya no es tan borde y sombría. De hecho, la ha pillado sonriendo en varias ocasiones. Eso es un gran avance, considerando que en los primeros días apenas movía la boca para hablar. Ahora, por lo menos con ella, se comporta como siempre, amable, respetuosa y cordial.

Incluso Chaewon notó que gracias a Jimin, su hermana estaba volviendo a ser la misma: “Te la encargo”. Le dijo un día, cuando Minjeong no las estaba escuchando. Incluso sin que se lo dijera, Jimin se dio al trabajo de ayudarla, y no hay nada que la haga más feliz, que ver el progreso que ha conseguido.

Un repentino quejido hace que Jimin se detenga y miré a la princesa. Cuando la ve sentada en el suelo, con una mano en el pecho, se apresura a acercarse. Suelta la espada y se arrodilla frente a ella. Preocupada porque el veneno sigue teniendo efectos secundarios. Hay algunas veces que Minjeong despierta con fiebre, con alguna parte de su cuerpo entumecida, mareada o se le dificulta respirar.

-Estoy bien- Minjeong levantó la cabeza y sonrió, aunque parecía más una mueca. Evidentemente fatigada se intentó poner de pie para seguir con el entrenamiento, pero Jimin no lo permitió. Aprovechando que se han vuelto más cercanas, pasó su brazo por la delgada cintura de la princesa y la encamino hasta la sombra de un árbol -Señorita Yu. 

-Vamos a descansar- Decretó, sin dejar lugar a replicas. Minjeong al saber que sin importar lo que diga, van a tener que descansar, se dejó llevar. Ha aprendido lo testaruda que puede llegar a ser Jimin y sinceramente no quiere hacerla enojar, la última vez que lo hizo, no le habló por un día.

Juntas se sentaron bajo la sombra de un árbol, una al lado de la otra. Aunque el invierno se acerca, hoy es un día especialmente caluroso, perfecto para salir a pasear a la ciudad. Minjeong deja que Jimin se recueste en la corteza del árbol y mira sus manos temblorosas.