WHAT THE HEART WANTS °WINRINA°

Infinity - Jaymes Young

-¿Puedes calmarte?- Chaewon intentó detener, sin éxito, el arrebato de su hermana. Desde que le informaron lo ocurrido en el hospital quiso acercarse y verificar cómo se encontraba, y lo primero que vio al encontrarla fue que estaba retando a un guardia del hospital por no haber cumplido con su trabajo correctamente, lo tenía sujetó del cuello y tuvo que intervenir porque el pobre hombre empezaba a ponerse morado.

-¡No! No puedo- Minjeong golpeo el escritorio con sus manos, tirando algunos libros al suelo, junto a otras hojas con los informes que reunieron los soldados -Si solo vienes a molestar, lárgate- Le advirtió en un gruñido.

-Quiero ayudar, ¿Vale? Por eso estoy aquí- Chaewon mantuvo su distancia del escritorio porque temía realmente que pudiera desquitar su ira con ella -Todos están haciendo lo que pueden. Así que, ¿Puedes hacer el favor de calmarte? Vas a retrasar las investigaciones si sigues actuando así.

Minjeong dejo de caminar como si fuera un león enjaulado y se quedó mirando su escritorio con el ceño fruncido. Sus manos, ahora puños se cerraron con fuerza a medida que iba a pasando el tiempo, lo que dejaba en evidencia su poco o nulo autocontrol en ese momento.

-¿Qué es lo último que se sabe?- Preguntó en un murmullo cargado de emociones negativas. Chaewon, que estaba sosteniendo unas hojas suspiro pesadamente y se acercó para dejarlas sobre el escritorio, rezando para que no terminen en el suelo junto a las demás y le den más dolores de cabeza a su hermana.

-Utilizaron un planta somnífera para envenenar toda la comida del hospital- Comenzó a explicar al ver que Minjeong tomó las hojas para leer el informe de los médicos que revisaron a las personas que resultaron heridas -Gracias a esto podemos deducir que el objetivo de los secuestradores no era matar, solo querían sacarse de encima a cualquier persona que pudiera intervenir- Se cruzo de brazos -Con respecto a las personas que resultaron gravemente heridas, según lo que hemos podido confirmar, no comieron nada, por lo que al entrar los secuestradores tuvieron un enfrentamiento. En esta parte me gustaría agregar que las personas causantes de todo esto debieron ser, o muy hábiles o un grupo numeroso, al que ni siquiera una de nuestras mejores soldados, como lo es Ryujin, pudo hacerles frente.

-Sí, por lo que vi, debió ser un escuadrón muy bien entrenado, ya que nadie noto su entrada, fueron sigilosos hasta el último momento y lo peor es que no dejaron rastro- Minjeong estuvo tentada a golpear nuevamente su escritorio y tirar todo lo que se mantiene de pie, pero se detuvo a último momento, al escuchar que alguien toco la puerta débilmente -Adelante.

-Señorita Minjeong- Yeji ingreso con pasos pesados, la fatiga evidente en su rostro -Terminamos de revisar todos los alrededores y no encontramos ninguna pista. Al parecer tenían planeado el ataque desde hace mucho, es imposible que les haya salido tan bien si tuvieron poco tiempo para prepararse- Explicó sin acercarse demasiado.

-¿Qué ha dicho Ryujin?

-No ha recuperado el conocimiento desde que la encontramos- La armadura de Yeji crujió cuando sus músculos se tensaron bruscamente. La mención de su amiga, le revolvió los recuerdos que aún seguían frescos, verla ahí tirada, llena de sangre y con su vida pendiendo de un hilo, hizo aflorar un tipo de sentimientos que hace mucho no experimentaba. De hecho, estaba en parte igual de inestable que Minjeong.

-Eso nos deja nuevamente en ceros- Minjeong se recostó en su silla y miró el techo de su oficina, tratando de idear un plan o algo para dar con el paradero de la emperatriz o al menos con sus atacantes. Cualquier cosa sería más útil que quedarse allí sin hacer nada, esperando que mágicamente algo pase o que alguien aparezca para iluminarlos y darles las respuestas que necesitan -Por ahora esperemos que Ryujin recupere el conocimiento, mientras tanto mantén las guardias y rotes cada 30 minutos en todo el palacio.