Cierra tus ojos, hay demonios en la noche. Las pesadillas vienen a verte, las pesadillas te vuelven loco; es una noche oscura y te encuentras solo con un monstruo que vive ahí.
Capítulo VI
En la noche, el Jardín estaba repleto de personas. Se oía la música por todo el lugar, el zumbido de las máquinas que hacían circular el aire, y el ruido velado de la gente en distintos puntos de los alrededores, que en comparación con el día no era algo cercano al silencio.
Casi se arrastró por el camino al otro lado de la casa, donde se encontraba la puerta. Volvió la vista hacia atrás, dudando de si realmente estaba haciendo lo correcto. Cuando llegó lo suficientemente cerca, observó el marco, esperando la llegada de alguien que probablemente no aparecería. En realidad no tenía idea de si tocar o simplemente entrar; su cabeza estaba hecha un manojo de emociones que tenía por nombre: debate mental.
No es que se sintiera familiarizado. En realidad solía respetar mucho la privacidad de los demás. Y aun si se habían tomado la molestia de hacerlo sentir cercano a la familia, entendía que él no pertenecía a ese entorno y que prefería mantenerse al margen, respetando el espacio ajeno y también el suyo propio.
Particularmente, se había repetido la misma pregunta durante los últimos veinte minutos. Esa en la que discutía con su propia cabeza sobre acercarse e ir a la tan esperada fiesta. Previo a los hechos, Jungkook no tenía mayor interés en acudir a dicho lugar, dadas las circunstancias que por supuesto incluyen el paquete con un rubio de ojos preciosos.
Flotaba un aire de expectativa entre ambos. ¿Era posible que pasara lo mismo por sus mentes? La idea de acercamientos, besos, contacto. Todo el tiempo estaban probando sus propios límites. ¿Había un espacio para algo que no fuera estar a la defensiva? Era cierto que cuando Jungkook se sentía al borde del colapso intentaba ponerse en su contra para lograr alejar todo aquello que pudiera acercarlo a cometer un grave error.
Dio algunos pasos hasta llegar a la manija, de modo que la tomó entre su diestra y giró lentamente hacia ella, todavía inseguro de si había hecho lo correcto. Echó un vistazo a su alrededor observando cosas que probablemente él podría conseguir con tres de sus sueldos. De alguna manera se había dado cuenta de que lo tenían todo, pero todo lo que no fuera de su mundo parecía intrigarle mucho.
Subió las escaleras, con toda la disposición de unirse a la celebración de los dueños de la casa; observa a su alrededor al doble de personas en la habitación principal, con copas sobre sus manos, sonriendo, charlando amistosamente en una convivencia bastante sana y armoniosa.
La decoración es preciosa; con candelabros brillantes y de moda, mesas de cristal y cuadros exclusivos y hechos a mano. Era una maravilla, algo que sin duda se podría esperar. La familia Kim era ciertamente privilegiada y elogiada en cuanto a propiedades y dinero.
Un camarero decidió acercarse para ofrecerle una copa sin detener los pasos de Jungkook, quien con amabilidad hizo una reverencia como agradecimiento.
—¡Hola! —murmura—. ¿Cómo has estado, eh?
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THE CRUSH ; LOCA OBSESIÓN : KOOKV
أدب الهواةUn periodista se muda a la casa de huéspedes de una familia rica y hace amistad con un adolescente. Si bien, el periodista entiende que la diferencia de edad es un impedimento irremediable para una potencial relación entre ambos, disfruta del coquet...