Ecos del Apocalipsis (Papulince x Panafresco)

˚₊‧⁺⋆♱La Propagacion Pt. 1♱₊‧⁺⋆˚

Narrador pov:

Despierta papu, tienes que hornear unos momazos

La alarma resonaba en las paredes de la habitación del chico. A pesar de estar cubiertas con cortinas, los rayos del sol se hacían presentes por las ventanas de la pared q daban al patio. Con dificultad abrio los ojos y bostezo, sentándose en la cama, tomando su celular para apagar la alarma. Restregandose los ojos con la parte de atrás de sus manos, leía cuidadosamente las notificaciones que le habían caído mientras dormía, leía unas con mas facilidad q otras, ya que 1. Su vista no era la mejor y 2. Venia levantándose y aun no se acostumbraba del todo a la claridad. Vio la hora : 6:05 y dejando el teléfono en su cama empezó a alistarse. Se ducho, se puso su uniforme, se puso su sudadera favorita y en 20 minutos ya estaba listo. 

Se vio al espejo y rápidamente noto que algo le faltaba. "MAMAAAAAAAAAAA!!!!!" Grito, para que su progenitora lo lograse escuchar, ya que estaba en el piso de abajo preparando su lunch. "QUE PASO!?" Grito ella nuevamente a lo que el castaño respondió abriendo la puerta de su habitación "DONDE ESTAN LAS LIGAS QUE COMPRE AYER??". El cabello de Santiago ya estaba un poco largo, casi a los hombros, muy bien cuidado aunque algo disparejo ya que el solo se lo cortaba, y, para evitar burlas en el colegio, se hacia coletas para amarrar el exceso de cabello. "ACA ESTAN, EN LA MESA" respondió luego de unos segundos "APURATE QUE YA ES TARDE" añadió. El castaño fue a buscar su celular y vio la hora: 6:55. "ME LLEVA LA CHINGADA" se maldijo a si mismo, tomando su mochila corrió abajo, casi tropezándose en los últimos escalones.

 Sus clases comenzaban a las 7:15 y usualmente salía a las 6:45 de su casa para estar antes que el profesor. Tomo el lunch que su mamà le preparo, le dio un abrazo y se despidió de ella, no sin antes tomar el paquete de ligas que estaba nuevo sobre la mesa "CHAO MAMÁ TE AMO, HOY VUELVO ALGO TARDE" grito antes de salir por la puerta. "ESTA BIEN HIJO, YO TMB TE AMO" grito su mamá para que lograra escucharla. El castaño metio sus cosas en la mochila, y tomando su skate del suelo del porche, salió disparado hacia el colegio. 

Monto la skate en una bajada y patino hasta el colegio. El camino era transitado y el no era tan cuidadoso, por lo que usualmente habían coches pitando cada que pasaba muy cerca de ellos, cosa que, a papu, no le importaba. Después de que murió su padre, muchas cosas habían perdido el entusiasmo q antes le daban, pero el skate, jamas; por alguna razon, ya que tuvo una relacion muy cercana a su padre, y cuando este partio, fue bastante duro para el aunque, trabajo para recuperarse, por su madre mas que todo, aveces tenia repercuciones del pasado, cosa que, cada que patinaba, era como si olvidara todo.

Se sentía vivo, al sentir como su pelo se movía libremente gracias a la ráfagas de viento, y como se sentía cada que agarraba una curva y luego aumentaba la velocidad. Saltar los obstáculos que encontraba en el camino y casi perder el equilibrio en algunas ocasiones, Eso para el, era vivir. Se detuvo en la entrada del colegio y saco una liga de su mochila se la puso de camino a su salón, dejando su skate cerca de su casillero.

Cuando llego eran las 7:19, relativamente temprano, pero para su mala suerte el maestro ya había comenzado la clase. "Ahh Sr. Lopez, cual es su excusa de hoy?" Dijo molesto pero no sorprendido el maestro, "Perdone Lic. es que-" trataba de buscar una excusa cuando fue interrumpido por el maestro, "no me interesa, vaya busque asiento y deje de hacerme perder el tiempo". El castaño camino por el aula buscando un asiento libre, siendo q había llegado tarde, no habían muchas opciones de asiento. Se decidió sentar al lado de un chico un poco mas bajo que el, peli- negro, y que llevaba unos lentes oscuros. No era como que tuviese otra opción, era eso o sentarse al lado de la parejita hormonal del salón (que ya se andaban comiendo la boca) o junto a la que no se bañaba. Dejo su mochila junto a el y tomo asiento, vio al chico de reojo y, talvez era por los lentes, pero estaba seguro que su presencia no era de su agrado.