Chapitre quatre

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La voz era ronca, masculina y se escuchaba cansada. Luffy se giró para ver quién había interrumpido su conversación. No vio a nadie, pero si escucho a su hermano quejándose en su cama. Se acercó y pudo verlo con los ojos abiertos.

— Sabo... ¿Todo bien? — Pregunto. Queriendo que su hermano le diera alguna señal. Dos petañeos era un si, uno solo, era no. Pero esta vez... Esta vez no pestañeo.

— Ss... Si — Sabo soltaba quejidos, y trataba de hablar. Luffy se acercó más a Sabo, casi se sube a la cama si no fuera porque sabía que su hermano estaba postrado ahí.

Los ojos del azabache se iluminaron al escuchar a su hermano hablar. Quedó en un pequeño trance al no creer lo que escuchaba. ¿Su hermano hablo?

Después de tanto tiempo escucho aquella voz.

Ahí cayó en cuenta de que su hermano SI había hablado y no era un sueño. — ¿¡Sabo tú hablaste!? — Grito sorprendió, su hermano entrecerró sus ojos ante el grito de Luffy.

No hubo respuesta por parte del rubio, simplemente miraba a su hermano y al doctor.

— Sus primeras palabras después de años es "No" — Law se había metido en aquella escena, viendo cómo Luffy estaba tan emocionado. — Pues ya puede hablar, eso es una buena señal.

— Si, si... ¡Me alegro tanto de oírte! — Le dijo Luffy a su hermano. Quien sonreía por el abrazo que estaba recibiendo por parte del menor.

— No lo ahogues tanto Luffy. ¿Puedes moverte, Sabo?

Luffy se había separado de aquel abrazo y se sentó en la silla que estaba junto a la cama. Dejaría que el doctor Trafalgar hiciera su trabajo.
La mano de Sabo se levantó un poco, pero luego Sabo dejo caer su mano. No tenía tanta fuerza como antes.

— Todo bien... Haré que te traigan comida, pero primero llamaré a la nutricionista. Empezarás a comer cosas ligeras para que tú estomago se acostumbre a la comida nuevamente. Tus brazos no tienen tanta fuerza, si deseas consumir cualquier líquido; que sea con alguna bombilla¹, así no te complicará. — Mientras hablaba anotaba todo en su carpeta. Luffy escuchaba atentamente mientras veía a su hermano.

— ¿Quieres agua? — Pregunto Luffy. Sabo asintió ligeramente. Se levantó en busca de agua, abrió el refrigerador de la habitación y no encontró nada, entonces fue hacia la salida, ya que en el pequeño refrigerador de la habitación no quedaban botellas de agua.

— Luffy, te acompaño — Hablo Law, siguiendo al menor. Sabo frunció el ceño al ver que ambos se fueron. Sus planes se arruinaron.

[ . . . ]

— ...Recuerda que debes tomar líquidos. — Law finalizó su charla de médico, pero esta vez fue dirigida hacia el rubio, quien lo miraba seriamente.

— Eso es todo. Si necesitan algo me llamas. — Se dirigió hacia el azabache que estaba junto al rubio.

— ¡Okey! Nos vemos el sábado, Torao — Dijo finalmente. Law salió de la habitación, dejando a ambos hermanos solos.

— ¿Puedes hablar?

— U... Un poco — respondió Sabo.

— No hables y no te fuerces entonces. La nutricionista ya me pasó todo lo que comerás hasta que estés mejor, por el momento cosas blandas para poder digerir y blah blah. No recuerdo tanto — Soltó una risa al final. Hay veces que el TDAH le gana a Luffy, y algo así paso cuando fue con la nutricionista hace unos minutos, la señorita le hablo y hablo, presento atención a ciertas palabras y eso fue todo.

El teléfono de Luffy empezó a vibrar mucho, así que lo saco de su bolsillo para revisarlo. — Oouh... Me está mandando mensajes.

— ¿Quien? — Pregunto Sabo.

ᴍᴏᴅᴇʟᴏ || ᵁⁿⁱᵛᵉʳˢᵒ ᴹᵒᵈᵉʳⁿᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora