¡Ayúdame! (JENLISA) (GxG)

Capítulo 33

Jennie POV

Ya era lunes. Una semana desde el día que morí y dos días desde que Lisa entró en coma. Todavía no había señales que indicaran que iba a despertar.

Su madre y padre irrumpieron por la puerta el sábado por la noche y ambos se derrumbaron al ver a su hija inconsciente conectada a una máquina y con tubos por su cuerpo. Era doloroso verla en este estado hasta para mi. El llanto frenético de su madre fue desgarrador, pero lo peor fue ver a su padre llorar.

Conocía a Marco desde el día que conocí a Lisa y era el tipo de hombre que se podría decir que tal vez había llorado algunas 5 veces en toda su vida. Ver a un hombre adulto llorar de esa manera fue una de las cosas más dolorosas que había presenciado en toda mi vida.

Al ver la reacción de los padres de Lisa en este momento, pensé en mi madre y decidí visitarla. Me aparecí en mi casa y encontré a mi madre sentada en el piso de la sala de estar, todavía en pijamas. Tenía la cara manchada de lágrimas y tenía su mirada perdida. Se notaba que la única razón por la que no estaba llorando fue porque seguramente ya no tenía más lágrimas que derramar. Parecía arruinada y en una total miseria.

Quería abrazarla y decirle que fuera fuerte. Que todo estaría bien, pero no pude, ya no podía hacer nada. En cambio, decidí hacer un de mis trucos fantasmal. Usando mi mente, derribé uno de los marcos que estaba sobre la mesa central y su cabeza se disparó ante el sonido aplastante cuando la foto cayó al piso haciéndose añicos. Cansada y como pudo, se puso de pie caminando hacia la foto.

Se inclinó y recogió el marco roto. La foto era de nosotras cuando yo tenía 7 años. Nos acabábamos de mudar a nuestra nueva casa y ambas estábamos sentadas en el piso vacío de la sala porque todavía no teníamos nuestros muebles. Yo tenía mis brazos alrededor de su cuello por detrás. Ambas estábamos sonriendo alegremente. Ambas parecíamos muy felices.

Me paré detrás de ella, mirándola a la cara para ver si podía sentir mi presencia, y que yo le estaba enviando una señal. Ella comenzó a llorar de nuevo y sus suaves sollozos escaparon sus labios mientras miraba nuestra foto.

"Lo siento mucho. Lo siento hija, perdóname por no haber sabido ser una buena madre para ti. Te dejé sola cuando más me necesitabas por egoísta." Susurró sus palabras y sentí un nudo en mi garganta.

"No tienes que pedirme perdón, ya te he perdonado." Dije y aunque sabía que no podía escucharme, sentí la necesidad de decir algo. Acarició la imagen con su dedo pulgar y se dejó caer al suelo dando un grito ensordecedor. Ella estaba sufriendo mi pérdida y ya nada podía traerme de nuevo. Me incliné cerca de ella en un intento de abrazarla dejando que mis labios estuvieran cerca de su oreja izquierda.

"Te amo mucho mamá. Sé fuerte por mí."  Susurré y su cuerpo se estremeció mirando alrededor de la habitación confundida.

Regresé al hospital no queriendo ver a mi madre en ese estado. Estos últimos días habían sido, los peores de mi vida y de mi otra vida. Tuve que despedirme de los que amaban y ahora posiblemente ver morir a la chica que amo parecía ser mi peor pesadilla.

Su madre estaba dormida en una de las sillas junto a la cama de Lisa, mientras que su padre estaba sentado en la silla junto a ella con su brazo alrededor de su hombro. Simplemente estaban esperando que sucediera algún milagro.

Desafortunadamente, lo que sucedió a continuación fue lo que todos temíamos que sucediera.

La máquina que estaba monitoriando sus signos vitales comenzó a pitar cada vez más rápido, perforando nuestros oídos mientras su padre se levantaba de su asiento y presionaba el botón de emergencia. Su madre se despertó inmediatamente.