¿Alguna vez has intentado llamar la atencion de tus padres o de alguien a quien consideras importante en tu vida? Si es asi... ¿Como?¿Haciendo alguna bobada?¿Quizas con logros propios?¿Hablando directamente con ellos?
Lindo... te contare mi forma absurda de buscar el amor fraternal de mi hogar.
Quizas pienses que es absurdo o exagerado, quizas creas que soy una mas del monton que quiso llamar la atencion. Pero creeme...
Verdaderamente necesitaba sentir ese amor.
En el tranquilo suburbio donde crecí, siempre sentí que era invisible. Mis padres, atrapados en sus propias vidas ocupadas, apenas notaban mis logros o mis problemas. Mi hermano mayor, concentrado en su éxito académico y deportivo, parecía vivir en un mundo aparte. Me sentía sola, desatendida y desesperadamente buscaba una muestra de amor genuino.
Fue entonces cuando, desde los 7 años, comencé a enfermarme intencionalmente. Al principio, eran pequeños síntomas como dolores de cabeza o malestares estomacales que exageraba para llamar la atención. Mis padres, preocupados pero distraídos, me llevaban al médico y mostraban una preocupación temporal que, aunque breve, me hacía sentir temporalmente valorada.Con el tiempo, mis "enfermedades" se volvieron más serias y frecuentes. Desarrollé estrategias para simular síntomas graves que requerían hospitalización.
Pero pronto, la necesidad de atención y amor se volvió insaciable. Desesperada por sentirme verdaderamente cuidada, comencé a tomar medicamentos para inducir síntomas más graves. Las visitas al hospital se volvieron más frecuentes y más serias. Sentía la adrenalina de ser el centro de atención, de finalmente sentirme vista y amada, aunque fuera temporalmente.Cada ingreso al hospital se convirtió en un ciclo repetitivo: la ansiedad por ser descubierta mezclada con la emoción de sentirme finalmente vista. Mis padres y mi hermano venían al hospital, preocupados y angustiados, pero también mostrando un cuidado temporal que yo anhelaba desesperadamente.
Pero el precio de mi búsqueda de amor era alto y doloroso. La angustia de engañar a quienes más me importaban, la culpa que me corroía por dentro y la sensación de vacío que seguía siendo mi compañera constante me atormentaban en momentos de claridad.Cada hospitalización se convirtió en un ciclo: la ansiedad por ser descubierta, mezclada con la emoción de sentirme cuidada. Mis padres y mi hermano venían al hospital, preocupados y angustiados, pero mostrando un cuidado que anhelaba desesperadamente.
Pero el precio que pagaba era alto y doloroso. La angustia de engañar a quienes más me importaban, la culpa que me corroía por dentro y la sensación de vacío persistente me atormentaban en momentos de claridad.
Fue durante una de mis hospitalizaciones más largas cuando una enfermera, con comprensión pero firmeza, se acercó a mí. Escuchó mi historia con paciencia y luego, con bondad, me confrontó con la realidad de mis acciones. Me hizo ver cómo mi búsqueda de amor genuino estaba mal dirigida y cómo estaba dañándome a mí misma y a los demás.
Acepté finalmente que necesitaba ayuda real, no atención forzada.
Hoy, mientras sigo mi camino hacia la curación, sé que el amor verdadero y el cuidado comienzan con uno mismo. Aún enfrento desafíos, pero ahora tengo las herramientas y el apoyo para superarlos de manera más constructiva. Mi historia es un recordatorio de que buscar ayuda es un signo de fuerza y que el amor debe ser auténtico y libre, no manipulado ni forzado.
Descubri que tomar decisiones impulsivas para obtener atencion solo lleva a un vacio emocional mas profundo.
Deja que todo fluya de la manera en que llegue.
Que no te importe el amor de los demas si no llega a ti, ellos se lo pierden.
Maneja tu vida de la forma mas cautelosa, no hagas ruido, porque los lobos escuchan.
![](https://img.wattpad.com/cover/344681483-288-k302251.jpg)
ESTÁS LEYENDO
DESDE EL ABISMO - M. Briggitte
Novela JuvenilBasada en hechos reales. ¿Será que el dicho es cierto? ¿Llegará la luz en medio del pánico? ¿Vendrá la calma después de la tormenta? ¿Llegara la esperanza a mi abismo?