DESDE EL ABISMO - M. Briggitte

VENGANZA

Llegó mi tiempo, a todas aquellas personas que no hayan vivido discriminación, ni bullying, no sabrán lo delicioso que se siente cuando al fin puedes vengarte de todos aquellos que una vez en tu cara se burlaron de tu sufrimiento.

Bueno, ahora me toca burlarme a mi.

Todos mis acosadores, todos los que jugaron conmigo, lo pagaron.

No llegue a culminar con la muerte de ninguno, pero si los hice sufrir a tal punto de tenerles agonizando.

A una chica la mandé a interceptar, pinte con su sangre mis iniciales en la pared, golpee su cuerpo hasta romper un par de huesos quizás, le inyecte un poco de medicina diluida y finalmente corte su hermosa carita de la que tanto se vanagloriaba.

A otra simplemente le di un susto, clave en su mano unas tijeras porque intento golpearme por 5ta vez consecutiva, en vez de encontrar mi rostro, se encontró con un bello objeto filudo.

A otra se lo hice más trágico y traumante. Contraté a alguien para que la enamorara y la llevará dónde yo quisiera, una vez tomada su confianza realice mi cometido. Hice que la duerman y que la dejen tirada por una zona marginal, dónde toxicomanos la tomaron e hicieron con ella lo que quisieron. Termino en un psiquiátrico. Nunca supo quién fue en realidad.

En cuanto al chico que trato de violarme junto con los otros 7... Lo encontré. Igual que con la otra chica, contraté a alguien y el mismo proceso, solo que a él lo lleve a una zona muy abandonada y desolada de un colegio que no estaba en funcionamiento, amordace su boca y lo amarre en los pilares de un cuarto, cuando despertó y asustado al verme, lo único que hice fue reírme, golpearlo hasta ver marcas y sangre. Quería verlo sufrir y llorar. Y así como él lo quiso hacer conmigo, pude conseguir 7 chicos que mantuvieran relaciones sexuales con él. Lo mantuve en ese cuarto 7 días, con el mismo proceso. Lo tuve que soltar porque la policía lo estaba buscando y su familia tenía colocada denuncia de desaparición. Lo libere, pero inconsciente y lo deje en las afueras de una casa retirada de un cantón. Nada grave.

A dos de mis exs que me golpearon pude encontrarlos juntos, que lindo, ahora eran amigos.

Fui tan compasiva, a uno de ellos solo le hice un favor de que no se siga reproduciendo, claro que no lo hice yo, pedí ayuda a alguien más que le cortará los testículos, yo no me mancharia las manos. Mientras que al otro tanto que amaba y deseaba ser futbolista, hice que le pasaran una camioneta por encima de sus piernas. Fue justo ¿No? Después de todo ninguno de los dos.temia quien reclamé por ellos.

Lo único malo fué que a raíz de todo esto, mi corazón comenzó a enfriarse, deje de sentir emociones dulces, era como si estuviera en piloto automático, sin sentimientos, tan fría, tan indiferente y tan sola, como siempre.

Dolía no ser yo, está no era yo.

Me cuestionaba eso tantas veces, porque incluso después de vengarme, sentía cargo de conciencia, lo cual supuestamente yo era bueno, pues no era una psicópata.

Sentada en el borde de mi cama frente a mi espejo, no lograba reconocerme a mi misma. Repitiendome cada noche, cuando no podía dormir mientras miraba a mis propios ojos "¿Quién eres tú?" Pues había hecho tantas cosas que creí que no volvería mi ilusión, ni mi brillo.

El solo hecho de recordar toda la sangre que derrame, de tanto odio que me consumia por el mundo y quiénes habitaban en él... Me hacían cargar conmigo una oscuridad y una sombra pegada a mi.

Ver mis ojos era como ver un abismo, tan negros, tan vacíos... Como ver a la muerte.

Todo lo que en mi brillaba se apagó. Creí que jamás volvería a tener ese brillo y esa luz que una vez tuve.

Total, ya había perdido toda esperanza en la humanidad. ¿Que esperanzas podía tener yo?