Anatomía de Grey

32-GEORGIE

Entro al hospital hecha mierda y lo primero de lo que me entero es que Burke y Cristina han estado haciendo algo gravísimo.

Burke no se había recuperado del todo de la operación después del tiroteo, tenía temblores y sus operaciones las hacía Cristina por él.

Por eso siempre la pedia siempre en su servicio, por eso los otros días estaban los dos que parecía que les daba miedo cualquier movimiento, parece que ahora todo cobra sentido.

También que el señor O'Malley retrasó su operación para hoy, espero que así sea.

— Quizá la metan en el mirar y no tocar, tendré compañía—habla Izzie atándose los zapatos.

— Sea lo que sea espero que sea malo, muy malo—añade Alex poniéndose su bata.

— Cometió un error, todos...—intenta defenderla Meredith pero no la dejo.

— Ha atentado contra el bienestar de los pacientes, es algo imperdonable—interrumpo quitándome mis pulseras.

— Y no es sólo un error, iba a dejar que Burke con su mano temblorosa operara a mi padre—dice tajante y entra Cristina en los vestuarios, nos quedamos callados.

— Deja de mirarme así, parece que me estás pidiendo que te saque a mear—contesta molestando a George, lo que hace que él se enfade y se vaya, los demás le seguimos, dejando sola con Meredith, ella sabrá en qué lado ponerse.

[...]

— ¡Moveos!—grita Bailey desde el otro lado del pasillo y vamos, cuando llega Cristina la mira de arriba abajo— Las rondas han empezado hace 30 segundos.

— Bailey, ¿me dejas a Grey?—pide la doctora Montgomery.

— Si por mi fuera te dejaba a todos—grita enfada y la seguimos, hoy va a estar más insufrible que de costumbre, y todo por culpa de Cristina.

— Mamá—dice George a modo de saludo, hoy comenzamos por el señor O'Malley.

— ¡Cielo!—exclama yendo a abrazarlo, a lo que a él le da vergüenza— He traído el desayuno por si todavía no habéis comido nada.

— Que bien—dice Alex girándose.

— Muchas gracias señora O'Malley—agradezco contenta, por fin un desayuno decente.

— Karev, Morales, ni se os ocurra si quiera mirar la comida—dice Bailey molesta y miramos con cara de cansancio, adiós desayuno.

— ¿Listo para el gran día papá?—pregunta muy contento uno de los hermanos de George, no llegue a aprenderme sus nombres— ¡Comida!

— Despachemos este asunto de una vez, el día será largo, ¿cual es mi interno?—dice entrando una doctora, creo que era Hanh, del Presbytelian, va a sustituir a Burke, es muy buena, fue la segunda de su programa.

— Yo, él es familia y ella voluntaria—habla Alex y los otros se ofenden.

— ¿Y yo qué?...yo me ofrezco Bailey—pido haciendo ojitos.

— Estoy lista Bailey—dice Izzie inquieta.

— ¿Y que pasa si me escoge a mi?—pregunta George y sus hermanos empiezan a meterse con él— ¡Chicos, esto es serio!

— Yang—ordena Bailey y todos la miramos mal— Doctora Hanh, Cristina es muy buena en cardiología, le será de utilidad en este caso...¿a qué esperas Yang?, preséntalo.

—Eh...Harold O'Malley, 63 años, padece cáncer de esófago y reflujo aórtico grave, hay programado un remplazo de válvula para esta tarde—informa un poco incómoda.