CARPE DIEM

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Empiezo el día con una llamada de mi madre, la cual no espero.

— ¿Hola?—pregunto.

— ¡Hola cariño!, ¿cómo estás?, hace mucho que no me llamas, te debería dar vergüenza—dice con un tono amable.

— Perdón...he tenido mucho trabajo y muy poco tiempo, ¿para qué me has llamado?—digo.

— ¿No puede llamarte tú madre para saber cómo estás, siempre tiene que haber algo detrás de un saludo?, yo no te eduqué de esa forma—dice desde el teléfono.

–Mamá, por favor, te conozco, dime qué pasa, no tengo tiempo, tengo que ir al trabajo—digo yendo al grano mientras me pongo los zapatos.

— Tú padre lleva encontrándose mal desde hace unos días y ahora vamos a ir al hospital, era para que lo supieras—dice y yo me paralizo, hace mucho tiempo que no hablamos de él— ¿Clara?

— Bueno...espero que se mejore, dime que os han dicho cuando terminéis.

— Estamos en Seatlle—dice y me quedo blanca— Nos hemos cogido unos días libres y he querido venir a verte, iba a llamarte antes pero tu padre me tenía ocupada.

— Gracias por decírmelo, luego hablamos—digo y cuelgo el móvil corriendo, no me puede estar pasando esto.

Termino de hacer las cosas que me quedan pendientes en mi casa y voy al hospital en mi moto, voy a tener un día muy movidito.




Estoy a fuera de la habitación de mi padre, Meredith va a ser su interna y quien se va a encargar de él, estoy esperando a que salga para que me diga que le pasa.

— ¿Qué le ocurre, sé está muriendo?—pregunto yendo al grano.

— No se está muriendo, tú madre ha preguntado por ti—dice andando.

— ¿Y tú que le has dicho?, dime que no le has contado nada de mí vida privada por favor—digo señalándola con el dedo.

— Le he dicho cosas de ti, pero no me he metido en tu intimidad, pensaba que las sabía, también le he dicho que no puedes ser su médica por el protocolo familiar, ¿que te pasa con tu padre?—me pregunta y levanto la ceja.

— ¿Qué le has dicho exactamente de mi vida?—digo entrando en crisis.

— ¿Que le voy a contar Clara?, que eres interna, que tenemos mucho trabajo y nos matan con el papeleo, que te gusta mucho tú trabajo y que eres feliz, lo típico que debe de saber una madre—dice poniéndome cara mala.

— Meredith, ¿te recuerdo como es la tuya?—digo a la defensiva.

— Clara, entiendo que estes preocupada por tu padre...pero no metas a mi madre en esto—dice, vale me he pasado.

— Perdón, no deberá haber dicho eso...¿qué te ha dicho mi padre?—digo parándola para que me mire.

— Ha dicho que no hace falta que vengas, que eres una mujer muy ocupada, y eso lo dice un padre que no quiere ver a su hija—dice mirándome con pena, ya estoy acostumbrada a que no me quiera ver, es recíproco.

— Aún no me has dicho que tiene, también soy médica, ahora no es mi padre, es solo un paciente—digo para que me cuente todo.

— Lleva desde ayer sin retener nada en el cuerpo, tiene una colescistiti aguda, por lo que es posible que tengamos que extirparle la vesícula—dice para que me calme.

— ¿Y cómo está mi madre?—digo ahora preocupada.

— ¿Acabo de decirte que a tu padre puede que le extirpemos la vesícula y me preguntas por tu madre?, ¿por qué no entras tú y lo averiguas?—dice alucinado.

Anatomía de GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora