Mordida

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—Crees que con esas pataditas vas a vencerme?— reía Mortis, mientras esquivaba velozmente los golpes de Fang.

La paciencia del asiático estaba llegando a su límite, no le gustaban para nada las bromas de aquel viejo.
Con rapidez se deslizó hacia Mortis, dando una fuerte patada en su torso haciendo que éste se retorciera en el suelo de dolor.

—Ajajaja, la criatura de la noche ha sid—Fang fue interrumpido por una ráfaga de murciélagos aproximándose a él— Oh no…

—Vuelen libres mis bellezas!—gritó el de cabellos morados riendo mientras levantaba su capa dejando salir a todos esos animales.

La ráfaga de murciélagos se lanzó contra Fang, demasiados murciélagos revoloteando sus alas en su cara y golpeándolo. Sin embargo, dio un pequeño brinco cuando sintió un dolor punzante en una zona, una de esas criaturas lo había mordido muy fuerte.

—Auch, eso no es justo, desde cuándo muerden!?—reclamó molesto el de cabellos azules, cruzado de brazos mirando con furia al del sombrero.

—Morder? Ellos no hacen eso—dijo confuso Mortis, rodando los ojos molesto— seguro no es nada, ni que mis bellezas tuvieran rabia o algún nuevo virus que inicie una nueva pandemia —bromeó.

—Pff, como sea, iré a enfermería, adiós viejo verde!—se despidió amablemente Fang, dejando atrás a Mortis que yacía en el suelo.

——————🌸
—Muy bien, cariño. Puedes volver a casa, solo fue una mordida y ya la desinfecté— comentó Pam, mientras guardaba todos los instrumentos que había utilizado para sanar el brazo de Fang— cualquier cosa, avisa si sientes fiebre o cualquier otro síntoma.

—Muchas gracias, señora Pam— agradeció el asiático inclinando levemente su cabeza hacia abajo.

—Adiós, cariño, ten un buen día—saludó la pelirroja, tomando la mano de Fang para estrecharla ligeramente.

El amante de las palomitas finalmente se retiró de aquel lugar tranquilamente, cerrando detrás de sí la puerta de la enfermería. Planeaba juntarse con sus amigos en la tarde y jugar algunos videojuegos mientras comen.

Iba de camino hacia el lugar acordado, encontrándose con Edgar y Buster sentados en una banca charlando casualmente, ambos levantaron la vista al notar la presencia del asiático.

—Tortuga, por fin llegas…—bromeó el azabache, se hizo a un lado dejando espacio para que Fang se siente a su lado.

—Hm, hola Fangcito—saludó el de cabellos anaranjados lanzándole un beso al aire que fue atrapado por Fang.

—Hola mis amores!—habló el asiático mientras reía por su propia broma— disculpen la demora, tuve un pequeño accidente—señaló su brazo vendado.

—Qué te ocurrió allí?—preguntaron ambos al unísono.

—Fue uno de los murciélagos de Mortis que me mordió, ahora me convertiré en vampiro —bromeó haciendo reír a los demás.

—Ahora vas a pasar de chupar p**** a chupar sangre—mencionó a carcajadas el de cabellos negros mientras que el de lentes oscuros reía tranquilamente por la broma.

Buster había dejado un lugar a su lado para que su amigo se sentase, lo había hecho a propósito pues Edgar había hecho lo mismo al principio, pero sus celos le llevaban a molestar al emo.

Finalmente Fang se sentó en aquella banca, poniéndose cómodo pasando uno de sus brazos por los hombros de Buster.

—Yo digo que hagamos palomitas acarameladas—sugirió hambriento  el peliazul.

🌸Fang y Buster [One Shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora