❛ ACTO TWO ── VINCERE AUT AMITTERE ⤷ ★★★★★ SEASON THREE ❜ 02. ❛❛ EL LADO DEL SILENCIO ❜❜
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
━━━━━━━━━━
Ammy amaba el silencio, hasta que este mismo empezó a ser su mayor enemigo. La voz en su cabeza no dejaba de susurrar recuerdos que prefería olvidar, reproches que carcomían su alma y preguntas sin respuesta que solo aumentaban su dolor. Cada pérdida, cada persona que había visto partir de su vida, se manifestaba en esos momentos de soledad, y las cicatrices de su corazón se hacían más evidentes. Por lo mismo, mantenía su mente ocupada en cualquier otra cosa; cualquier distracción era mejor que enfrentar sus propios pensamientos, mejor que recordar las miradas vacías y los cuerpos sin vida de aquellos que una vez amó.
Las noches eran las más difíciles y aterradoras. En la oscuridad, los demonios internos cobraban vida, susurrándole al oído las verdades que tanto temía. Cada sombra en su habitación parecía adquirir forma, cada sonido era un eco de su propio tormento. El insomnio era su constante compañero, una tortura lenta que minaba su resistencia. En esas horas solitarias, sentía que la tristeza y la culpa se apoderaban de su ser, recordándole que no podía escapar de su propia mente, que no podía huir del peso de su existencia.
Ammy sufría en silencio, creyendo que mostrar su dolor era una señal de debilidad. Había aprendido a esconder sus emociones, a erigir muros alrededor de su corazón. La máscara que llevaba durante el día era una protección, una manera de evitar que el mundo viera lo rota que estaba por dentro. Pero en la privacidad de la noche, esa máscara caía, y la cruda realidad de su sufrimiento quedaba al descubierto. La pérdida y el dolor eran sus únicos compañeros, constantes recordatorios de que estaba sola en su lucha.
A pesar de todo, había una parte de ella que se aferraba a la esperanza, aunque fuera una esperanza frágil y casi imperceptible. Soñaba con un día en el que pudiera encontrar paz, un día en el que las voces en su cabeza callaran y pudiera recordar a los que perdió sin sentir que se desmoronaba. Pero hasta entonces, el silencio seguiría siendo su enemigo, y las noches, un campo de batalla donde enfrentaba sus peores miedos.
