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— ¿Qué tal si empiezas con el por qué los pecadores "merecen el perdón"?
El par de rodajas de pan se dejó caer en la tostadora, a su lado yacía un bol con frutas cortadas en cuadrados perfectos y la taza del demonio con café humeante y sin pizcas de azúcar lista para gozarse en lo que se esperaba su destinatario. Lucifer se recargó en la encimera de la cocina, intercambio la mano que sostenía su teléfono y lo miró como si realmente fuera capaz de ver a su hija, sonriendo con una mueca que no disimulaba su descontento, contradictorio con el carismatico tono que la princesa oía a través de la línea.
— ¡Claro! ¡Es exactamente lo que pensé! — Escuchó el ánimo latente en ella, siendo consciente de que se encontraba rodeada de notas ya que la princesa misma le había informado que estaba en mitad de otro intento de preparación para el gran día. Oyó algunos papeles doblarse y un poco de disturbio, algo había caido, probablemente algún accidente torpe. — S-Según me has dicho y según he notado, el cielo busca respuestas rápidas y construyen juicios igual de veloces, debo, hum...
— Necesitas ser concisa, el cielo no tendrá piedad si te ven dudar. — Lucifer frunció el ceño al decir aquello, sabiendo exactamente de qué hablaba. — Pueden ser muy crueles, deberás saber manejarlo, Charlie.
— Gracias papá, pero estoy segura de que lograre convencerlos, no todos pueden ser tan malos. — Cualquier cosa que Lucifer hubiera querido contradecir fue interrumpida con un grito. — ¡Y te aseguro que no desperdiciare la oportunidad que me diste!
El tono determinado que usó podría haber sido algo de lo que estar orgulloso, y claro que lo estaba, pero en ese momento la afirmación solo logró que su expresión se deformara en duda e incomodidad.
Eso era el que más le había quitado horas de sueño durante las últimas noches, el hecho de que con cada segundo que pasaba aquella reunión se acercaba más y más. Su hija estaba emocionada, no hablaba de otra cosa que no fueran las cosas que haría, vería y diría durante la visita y sobre todo el cómo se desenvolvería frente a la corte, declarando con seguridad que tomaría la oportunidad y lo lograría sin dudarlo.
— Claro, lo harás genial, cariño...
Era desalentador y decepcionante para sí mismo el tener que apoyar a su hija con mentiras, o mejor dicho verdades a medias. Por más que quisiera que todo fuera a mejor, era inevitable que tuviera que fingir una sonrisa cuando ella le hablaba tan feliz de sus planes y proyectos, pues a su propio juicio no tenían sentido. A pesar de haberle asegurado que estaría para ella y haría lo que sea para apoyarla, eso no era totalmente cierto. Fallaba como padre al no ser sincero con ella, lo sabía, pero es que no importara cuanto lo intentara, la redención para los pecadores era imposible, al menos, pensaba que lo era en la visión que su hija tenía respecto a lo que significaba salvar almas humanas corrompidas por la oscuridad de sus corazones.
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El novio de papá. [RadioApple/AppleRadio]
Fanfiction¿Y si durante todo el show esta pareja siempre estuvo junta?