VII - BODA DE TRISTEZA

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El día paso lento y la noche fue larga, la diosa del amor perdió la cuenta de la hora que se durmió, después de llorar por lo que parecieron mil horas, pasando sus penas, se levanto de su cómoda cama para abrir lentamente la ventana de su habitación, donde la luz de la gran luna llena se encargo de alumbrar su perfecto rostro el cual estaba medianamente hinchado. Decidió que debía ir a descansar al menos las horas que aun le quedarán, cerro sus ojos con las pestañas aun húmedas, con lágrimas atravesadas por fin consiguió coinciliar el sueño, el cuál probablemente sería el último donde disfrutaría su apreciada soledad.

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Afrodita ya menos inflamada, se revolcó en su cama al oir muchas voces y ruidos rondando por su habitación, abrió despacio sus ojos turquesa azulados, moviendo con gracia aquellas iargas pestañas ya secas. Vio a una chica que más bien parecía una niña, vio a la desgraciada de Hera y a la que reconoció tontamente (por el sueño) cómo Atenea, Hera la vio abrir los ojos y le preguntó que si sabía la hora, eran las 11:00AM y la la boda empezaba a las 13:00, La chica más joven, emocionada, se le acercó y se presentó cómo Hebe, la hija mayor del matrimonio Zeus/Hera. Atenea no la saludo, estaba tejiendo un vestido blanco, el cuál aunque le costo admitirlo, estaba precioso, que talento el que tenía Atenea, al parecer. Hera la levanto bruscamente del brazo, sacandola de su hermosa comodidad y la llevo al baño, Hebe ya estaba allí, preparando una tina de agua caliente con petalos con rosas, Afrodita pidió si solo Hebe podía estar dentro porqué le parecía incómodo que más de una persona la ves desnuda, Hera sin quejarse salió del baño, afrodita se quito su ropa y entró, Hebe se le acercó y le dijo que ella iba a asearla, se sorprendió, fue raro. Pero Hebe le explicó que para ella era normal, debido a que ella se encargaba del quehacer de los dioses en el templo de Zeus, era copera, niñera, aseadora; de todo. Eso calmo a la diosa del amor, la cual se dejo restregar augusto, con un jabón de rosas que tenía uno de los mejores olores que Afrodita podría haber visto, hebe enjuago bien su cabello, dejandolo suave, Afrodita simplemente dejo que Hebe hiciera lo que quisiera, ella más bien estaba pensando en cómo sería su vida desde ese día en adelante.

Hebe la hizo salir de la ducha, Afrodita se levanto y  bajo se la ducha con sus contorneadas piernas, lo cual fue halagado por Hebe, 《Que niña tan dulce, no psrece hija de esos malditos》 Pensó Afrodita, pensaría que es adoptada pero es literalmente la versión femenina de Zeus. Hebe arreglo su cabello, Le formo sus ondas doradas con las manos, agregandole flores blancas en algunas partes para que resaltarán, después para su maquillaje, con rosas molidas, le agrego colorete, con jacintos molidos mezclados con agua, le puso sombras, para sus pestañas no hizo nada, pues Afrodita siempre las tenía levantadas solo porque si, para el labial uso rosas chinas que eran un poco más pigmentadas que las comunes; finalmente Afrodita había quedado arreglada para su boda, le dio un espejo y Afrodita se sorprendio de aquella chiquilla, que se veía pequeña pero era una excelente maquillista, que talento. Hebe orgullosa la hizo salir, dijo "TARAN" cuando salió, Hera le sonrió, no porqué le gustará cómo se veía Afrodita, sino que adoraba a Hebe y la quería hacer feliz (obviamente Afrodita si se veía linda solo que ni en 40 lunas llenas lo diría en voz alta) Atenea ya terminando el velo del vestido, solo levanto una ceja, mirando a Afrodita de la cabeza a los pies, de forma envidiosa. Afrodita seguia en toalla; esperando su vestido y que su cabello secará.

Unos 5 minutos después, Atenea con orgullo presento el vestido que fue hecho a mano, Afrodita le agradeció con una sonrisa y un aplauso que fue acompañado con el de Hebe, eso alimento el orgullo de la diosa de la sabiduria, aunque Hera ni le tomó atención. Afrodita se probó el vestido, el cuál se ajusto a su silueta llena de curvas, era un vestido pegado al cuerpo, con encaje en todos lados y un gran velo que tenía para coronilla en la cabeza. Hebe chillaba emocionada por lo hermosa que se veía, Atenea solo miraba su gran obra de vestimenta y bueno, Hera era ella. Afrodita les ofrecio a todas ir en su carro de palomas, a lo que todas aceptaron. Se fueron de ahí hasta el templo de Zeus, donde se organizaría la boda, ya había mucha gente, las 4 mujeres fueron a los baños, para arreglarse ellas también, aunque Atenea ni quiso y se sento nada más, Hebe y Hera si, se maquillaron y arreglaron sus cabellos, mirándose al espejo.

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