𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄 | Brando de sanctis (baby)

012

"Room"

Había pasado un mes desde aquella ves que pasó todo. Brando había invitado a Laila a su casa, Laila acababa de llegar, Brando tenía casa sola pero subieron al cuarto. Brando llevaba una sudadera negra y un saco azul agua marina, Laila traía puesto una camisa que le llegaba a el ombligo, con una sudadera parecida a la de Brando.

Brando está sentado en su cama y le da una calada a su porro, mientras LAILA está a su lado, observando la habitación con curiosidad. Brando exhala el humo y se voltea hacia Laila. — Te gusta mi habitación?— pregunta él, con una sonrisa.

Laila sonríe y asiente, echando un vistazo alrededor.
—Si, es bonita, un poco futbolística pero linda — respondió ella, observando los detalles de la habitación.

Brando se recuesta en la cama y sigue fumando su porro, relajado. — Eso quería escuchar— respondió él con una sonrisa traviesa.

Laila se recuesta también en la cama a su lado, pero manteniendo una distancia respetuosa entre ellos. Observa cómo Brando sigue fumando su porro, con expresión pensativa.

— ¿Siempre fumas así en tu habitación?— pregunta ella, con ligera curiosidad.

Brando asiente y le da otra calada al porro, con una sonrisa relajada.
— Sí, es mi manera de desestresarme después de un día de mierda, o cuando no me siento bien— respondió él.

Extiende su brazo hacia Laila y le ofrece el porro.
— Quieres un poco?— pregunta, mirándola con expresión sugestiva.

Extiende su brazo hacia Laila y le ofrece el porro, pero cuando ella va a tomarlo, él lo quita

— Eso no es para ti —

Laila se queda algo sorprendida por el comentario de Brando, pero mantiene la calma.
— Ah, no sabía que eras tan protector con tus porros — respondió ella con una sonrisa irónica.

Brando se ríe suavemente y se incorpora en la cama, dejando el porro a un lado.
— No se trata de eso, sino de que esta cosa no es para señoritas como tú— dijo él, con expresión traviesa.

Laila sonríe aún más, sin sentirse ofendida en lo absoluto por el comentario de Brando.
— Vaya, entonces ¿tienes una lista de cosas que si son para las señoritas? — preguntó ella, con un tono sarcástico.

Brando la mira con expresión divertida y se acerca un poco más a ella en la cama. — Algo así, pero principalmente cosas que no incluyen fumar — respondió él, aún con la sonrisa traviesa en su rostro.

Laila se ríe suavemente y cruza los brazos sobre el pecho, aún manteniendo una distancia respetuosa entre ellos.
— Entonces, si no puedo fumar porros, ¿hay alguna otra cosa que esté permitido para mí hacer? — preguntó ella, con una sonrisa traviesa.

Brando la mira con interés y se recuesta nuevamente en la cama, apoyándose en un brazo para poder verla mejor.
— Bueno, hay muchas otras cosas que podrías hacer que sean más adecuadas para ti— respondió él, con voz bajita.

Brando se queda mirando a Laila con expresión pensativa por unos segundos, antes de volver a sonreír.
— Por ejemplo, podrías relajarte y dejar de preocuparte tanto por las cosas— dijo él, aún con el brazo apoyado en la cama.

Se incorpora ligeramente nuevamente y se le acerca un poco más, acortando la distancia entre ellos.
— O podríamos hacer alguna otra cosa más divertida en vez de fumar — agregó, con voz tentadora.

Laila siente cómo la atracción entre ellos crece y se queda mirando a Brando a los ojos, hipnotizada por su sonrisa y su proximidad.

— Como qué, por ejemplo? — respondió ella con voz suave, aun manteniendo la distancia entre ellos.