¿No les ha pasado que sienten que el tiempo pasa volando? Porque a mí sí.
Simplemente pasó una semana, o más bien, cinco días. Hoy es domingo y nos encontramos dando un pequeño tour o paseo por la ciudad.
Will no se volvió a presentar en horarios de trabajo, lo que me pareció un tanto extraño pues justo en la segunda planta está su casa. No he tenido el valor de hablarle aún. Clara y yo quedamos en hacerlo cuándo volviera a casa.
La semana fue dura pues caminar a casa o de vez en cuando tomar un taxi se vuelve muy cansado. Suerte aún llevo el gas pimienta que me regaló papá en mí décimo cumpleaños. Me ha salvado de varios lanzados que querían algo conmigo.
Nos llegamos a un pequeño parque en el que lucían tentadores unos asientos a la sombra de un frondoso árbol. Rápidamente me senté y observé el panorama.
Dos diablillos jugando en los toboganes, una pequeña siendo empujada en los columpios por su padre y una pareja tomando helado mientras se mecían en esa atracción que creo se hace llamar sube y baja.
Mi teléfono vibró por un mensaje y rápidamente lo saqué de mí amado bolso de Gucci.
Mi morenita potente:
Creo que se está haciendo costumbre esto de los enlaces. Y por favor, tómatelo con calma, estas cosas pasan.Debajo relucía un enlace de nada más y nada menos que instagram. Lo primero en lo que pensé fue en Will, ¿Es su perfil? Con prisa presione el enlace encontrándome con algo completamente diferente.
Primero aparecía una chica bailando y diciendo algunas cosas indescifrables mientras el bullicio y la música no hacían más que ensordecer sus palabras por completo. Reconocí rápidamente el lugar como la fiesta de Mark.
La cámara se desvió de la chica de un momento a otro y se enfocó en mí.
¡Oh, no!
Se detalló perfectamente cuando me lanzaron al agua y también cuando Aiden se lanzó a por mí. Mientras se hacía zoom a la manera en la que me tomaba en brazos y colocaba sobre la superficie.
Casi caigo muerta al fijarme en los compartidos, comentarios y likes.
¡Un millón!
Con miedo entre a los comentarios encontrándome con algo aún peor.
"Qué lindos" decían algunos.
"Gracias a ellos creo en el amor" otros.
Y bueno no olvidemos a los más importantes, los de hate.
"¿No habían más opciones, cierto?" Auch.
Rápidamente salí a desmentir las herroneas suposiciones de todos esas personas.
"¡No somos pareja! ¡Ni siquiera le conozco!" Puede que no haya sido lo mejor pero, ¿y si lo veían mis otros amigos? ¿Mis padres? No lo permitiré.
—¿Pasa algo, cariño?—preguntó mamá, guardé rápidamente mi móvil en mí bolsillo. Ella me observó confundida pero no dijo nada.
—No es nada, mamá.—le dediqué una falsa sonrisa intentando tranquilizarla.
—Ah, vale. Es que tus caras me asustaron. Parecías haber visto la cosa más horrenda y mala del mundo.
—Sabes que me gusta exagerar.—reí un poco. Debería mejorar en mis técnicas de disimulo.
Suspiré pesadamente. Espero que esto se resuelva pronto.
Media hora después volvimos a casa e inmediatamente llamé a Clara.
—¡Eres famosa! Siempre quise saber que se sentía ser amiga de un famoso, y ahora.—abrió sus ojos como una maniática mientras sonreía. Inexplicablemente destilaba alegría por todos lados.
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El Dilema Del Amor
Teen FictionDespués de enfrentar una crisis económica, Cristina y su familia deciden regresar a su antiguo pueblo en las afueras de la ciudad en busca de estabilidad. Aunque siente tristeza por dejar atrás a sus amigos, Cristina acepta la decisión pensando en e...