En los confines del Infierno, donde la maldad reina y la violencia es el pan de cada día, una perturbación insólita se desata cuando un hechizo antiguo y poderoso transforma a habitantes conocidos del Infierno en otras versiones de sí mismos, así qu...
Las horas pasaron, y Blitzø seguía durmiendo en su sofá... Aunque no se veía como siempre, primero su frente tenía una marca muy cambiada, su vestimenta era poco de su estilo y su expresión parecía más... Tranquilo.
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En cuanto a su hija, pues ella saldría de su habitación como si nada... Aunque notaría el desastre del espejo roto y se molestaría por ello.
Loona: ¡Hahh!, ¿Es en serio Blitzø?, que bueno que tenía mis audífonos puestos o de lo contrario me hubieras molestado para que recogiera este desmadre.
Su queja haría que el Imp se despertara con lentitud, tocándose la frente para que después se levantara y se acomodara el emblema de su cuello, volteando hacia su hija adoptiva y mostrando una actitud y apariencia... Bastante amable y sutil.
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Blitzo: ¡Ohh Loony, muy buenos días hija mía, no te preocupes tendré tu desayuno listo!.
Diría sin más y acercándose para darle una acaricia en su mejilla ocasionando que la Hellhound quede bastante extrañada, normalmente su padre se levantaba cantando o quejándose de sus situaciones actuales, pero ahora solo se mostraba enfocado en hacerla sentir bien y eso hizo que ni siquiera rechazara su acaricia.
Loona: ¿Amm Blitzø?, ¿T-Te sientes... Bien?.
El diablillo estaría en la cocina preparando el desayuno, tarareando y moviendo su cola con mucha alegría y naturalidad.
Blitzo: Ahh mi vida, ¡Estoy de maravilla jeje, mucho mejor que antes!, ¿Quieres algo en especial para desayunar?.
Le contestó con su mismo positivismo y amabilidad dejando que la sabuesa se quedara aún sin palabras, para entonces mirar el espejo roto y suspira.
Loona: Haz lo que te plazca... Yo me encargaré de limpiar tu desastre.
Le dijo para ver cómo reaccionaba su padre, aunque antes de siquiera tomar una escoba y el recogedor, el Imp había aparecido frente a ella deteniéndola con su mano.
Blitzo: Oh, no, no, no mi querida Loony, yo me encargo de eso. Fue mi culpa y debo repararlo por mi cuenta. Así que ve a la mesa y desayuna, te prepare unas croquetas endulzantes, ¡Disfrútalos!.
