Ella ―Haikyuu

ᴄᴏᴍᴘᴀʀᴛɪʀ ᴇʟ ꜰᴏɴᴅᴏ... (20)

Mis compañeros de equipo, gritaron de la emoción, le habíamos ganado al equipo que hace meses los-nos había destrozado.

Un fuerte abrazo.

Saludo de agradecimiento a la barra frente a nosotros, los que nos apoyaron, y en el saludo a los capitanes Oikawa desapareció rápidamente.

Quería abrazarlo después de todo lo jugado y ocurrido.

Pero Daichi me esperaba con mi hermano...

Otra vez, en medio de una decisión.

Kei me miraba y Daichi estaba en medio de los dos.

Silencio.

— Tenemos que hablar sobre lo que pasó antes del partido contra el Aoba Josai. —comenzó la conversación Daichi.

Yo no mire a Kei.

Y él... — No. —se negó.

Lo mire confundida, igual que Daichi.

— Tsukishima, escucha...

— No lo voy a hablar, ahora, ¿Quieres ir con él, no es así, Masami? —pregunto mi hermano.

Me conocía tan bien...

— Kei, primero quiero explicarte lo que pasó... —dije.

Mi hermano menor me miró serio. — Y te dejare, pero estoy 100% seguro que lo que en este momento más quieres es ir con Oikawa, y... —abrace a mi hermano.

— Gracias... —susurre y Kei asintió.

Nos separamos del abrazo y justo después de pedirle permiso al capitán para ir, me retire.

Lo último que escuché decir a Daichi, fue: "Decidiste bien, Tsukishima", "lo sé"—aseguro mi hermano.

Al salir del cuarto —donde habíamos entrado a hablar en privado lo sucedido— escuche una conversación entre Oikawa y Ushijima.

Se escuchaban tan...

Secos, serios.

Toru se escuchaba con rabia.

Ushijima solo quería recordarle lo que siempre discutían entre sí —que Toru debió jugar en su equipo, no en el Aoba—, deje que ese rocé se diera, esperé que Oikawa se alejará, y sin importarme mucho ―Ushijima― le pase por el lado.

Sentí su mirada, fría en mí. ― Deberías darle espacio, niña. ―lo ignore.

Oikawa Toru:

Suspiré en las afueras de la cancha, cubierto por la sombra nocturna, estaba frustrado, pero tenía que pasar el mal sabor solo. Porque ni mis padres habían ido a verme, no quería mostrarse débil a mi equipo, ni a mi mejor amigo... Y eso era lo difícil de tener una novia del equipo rival, que no podría ir con ella inmediatamente el partido terminará y encontrar el apoyo que necesitaba.

Pero, ella no era ciega, había visto como jugué —como di todo de mí, e igual falle— y ya estaba caminando hacia donde yo estaba sentado. Lo pensé unos segundos, el único que sabía de nuestra relación amorosa era Iwaizumi —y ahora su capitán, manager y hermano— oh sí... La había metido en un problema antes del partido. Volviendo al tema, ya no sabía si quería que ella fuera conmigo a apoyarme, claro que la amaba y sabía que ese cariño le levantaría un poco el ánimo, pero... Me tomó unos segundos para pensarlo, ¿Y si causaba más problemas como los de antes del partido?, definitivamente no quería que ella saliera herida —de nuevo— o que los del Karasuno la vieran con el mismo odio y rabia que su hermano. 

Y todas esas preguntas desaparecieron cuando ella le sonrió, y en su mente solo quedó una pregunta, ¿Cuando la seguridad y bienestar de esa chica se había hecho tan importante en su vida?, forcé una sonrisa para responder a la de Masami, pero ella solo se sentó a mí lado, — Has jugado increíble, Toru, sin mentirte hiciste pedazos mi antebrazo. —dijo Masami y yo solté algunas lágrimas.