"Deja de jugar conmigo."
Esas palabras de Ryu todavía permanecían en la mente de Porsche. Llevaba ya muchos días pensando en ello, y si fuera otra persona probablemente Porsche se sentiría cómodo con eso y todo el asunto quedaría terminado. Pero ahora todo había terminado sin que él lo permitiera, además, no era seguido, acosado y no tenía que ser él quien se negara a la ptra personaa. Esta vez, le estaba ocurriendo lo que jamás había pensado que le ocurriría, incluyendo sus verdaderos sentimientos.
La confusión surgía increíblemente en su interior, porque un decidido y confiado Porsche sabía muy que Ryu debía estar muy enojado para hacer lo que estaba haciendo. Había terminado la relación y él no se sentía nada bien con ello, especialmente con aquella voz fría con la que había hablado Ryu la ultima vez.
Esa arrogancia, esa frialdad, esa mirada permanecían rn la mente de Porsche hasta el día de hoy.
Porsche sabía que había coqueteado con Ryu para derrotar a Kevin, pero ahora que había sido Ryu quien lo había hecho a un lado, se sentía fatal como una persona desconsolada. Sobre todo porque en el juego él siempre había sido superior.
"Khun Porsche. Khun Kanthee ha llegado". La voz de un subordinado llamó la atención del dueño del club.
"Uhm, ¿ya está lista la mesa?"
"Está todo listo, Khun."
Porsche se limitó a asentir antes de salir de la oficina privada del cuarto piso para dirigirse haste el punto de encuentro. Era el área del tercer piso, en donde solía reunirse con su amigo cercano, Kanthee, quien habitualmente reservaba ese lugar para poder conversa.
Ambos amigos cercanos de unos treinta años levantaron las cejas para saludarse sin hacer ningún sonido. El hermoso rostro del dueño del club estaba tranquilo pero molesto, tanto así que su amigo cercano Kanthee se sorprendió. Sus ojos que alguna vez habían cautivado a todos, ahora se habían vuelto más feroces como nunca antes, cualquiera los había visto.
"¿Qué sucede contigo?"
"Estoy algo cansado", respondió Porsche a su amigo mientras se dirigía a recostarse en el sofá de terciopelo rojo que habitualmente usaba Kanthee. Al sentarse cruzó las piernas y levantó un vaso de alcohol para beberlo de inmediato.
"¿Cansado del trabajo?"
"... Qué carajo." Esta vez, la persona encantadora respondió con desdén de mal humor, porque le era frustrante y difícil encontrar una respuesta a la simple pregunta de Kanthee.
"¿Entonces fuiste abandonado por Khun Ryu?"
"..."
"Tengo razón", dijo Kanthee con un rostro serio, al darse cuenta de que su mejor amigo de hermoso rostro estaba preocupado por sus propios problemas. Por otro lado, Kanthee parecía satisfecho de que su encantador amigo tuviera un momento emotivo y se pudoera deprimir como cualquier otra persona. Mientras tanto, Porsche sólo podía resoplar, respirar con dificultad, tomar una y otra vez sorbos de su fuerte trago, hasta que se lo bebió por completo como si quisiera saciar la inquietud que estaba a punto de estallar en su interior.
"Ryu me dijo que dejara de molestarlo", dijo Porsche esta vez con una sensación de estar incómodo. Las cejas oscuras de su rostro comenzaron a fruncirse poco a poco.
"¿Te dijo el motivo?"
"Ryu ya sabe que coqueteé con él porque estaba compitiendo con Kevin".
"Bueno, creo que Khun Ryu tiene razón. Porque yo mismo no pensé que serías serio desde el principio. Sabía que jugarías con sus sentimientos todo el tiempo".
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TOUCH ME AGAIN
Ngẫu nhiên"Mírame a los ojos y dime que coquetear conmigo no funciona...."