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No, no fue su noche.
Cuando estaba en el auto de su novia con dirección a su departamento, el teléfono de ella sonó. Hanni la dejó en su casa explicando que debía de acudir con su hermana mayor, pues finalmente había viajado a la ciudad después de un tiempo lejos.
Haerin odió a Rei por un momento.
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—Así que estás frustrada sexualmente.
Unos días después, ahí estaba, con Minji en su habitación y hablando de lo mucho que odia no haber sacado a la bestia de Hanni.
—Es que yo sé perfectamente que Hanni tiene mucho que dar, la última vez noté que se contuvo bastante.
—¿Por qué crees que lo hace?
—Ella es muy correcta, demasiado formal. Y sí, me gusta mucho eso pero a veces estaría bien que mande todo a la mierda y me dé con todo.
—Qué sucia eres.
—Me gusta sucio, Min.
—Ugh, cállate —tapó sus oídos en broma, escuchando el sonido de la risa de Haerin—. Sólo debes de ser directa.
—Hanni se sonroja si respiramos cerca de la otra, si le dijera "Oye, necesito que me folles con fuerza" probablemente se muera de la vergüenza.
—Tú lo dices, probablemente. ¿Qué pasa si eso es lo que ella necesita? Las indirectas no sirven, mucho menos sí la provocas de esa forma. Sólo ve y dícelo sin rodeos.
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Y ahí estaba unas horas después, marcando el número de su novia para decirle que quiere tener una cita esa misma noche.
Hanni aceptó gustosa, sin saber los planes que Haerin trae entre manos.
¿Finalmente tendría a Hanni follando su coño tan fuerte que la haría gritar? Eso esperaba, porque Hanni era buena en el sexo, sabía perfectamente que sería capaz de ir por más sí se lo pedía.
Sólo había que despertar esa parte de su novia.
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