Narra Trevor.
— ¿Ya está despierto? — escuché que preguntaban cerca de donde yo estaba, mis ojos pesaban y la verdad no estaba en disposición de querer hablar con alguien, aunque tenía la duda de con que me había estrellado antes de estar en este suave, suave sillón.
— Cariño, cálmate que pronto despertará, claro, si no murió — escuché otra voz diferente ronca y parecida a la de March Simpson
— ¡Abuela! No digas eso, ¿no ves que Lucy y yo estamos muy preocupados? — escuché la voz de Bill alterada, él y Lucy están preocupad...¿Lucy?
— Elefante con sombrero, muy divis — dije con pesadez, esperen, ¿yo dije eso? Se suponía que preguntaría con que me golpeé, creo que mi cabeza y mi voz no están muy coordinadas.
— Si, ahí está, Trevor a la normalidad — contestó Bill más tranquilo, a la normalidad su abuela.
— ¿Qué pasó? — pregunté sentándome en un cómodo sillón tejido mientras me sobaba la cabeza, abrí los ojos topándome con unos ojos verdes brillosos y unos bigotes largos — ¡Gatito! — grité para abrazarlo pero el desgraciado se alejó rápidamente.
Desilusionado, volteé a ver a los demás, todos cargaban un gato diferente, Lucy uno negro de ojos grises, Bill una gatita de manchas cafés y negras y la abuela, bueno, parece la loca de los gatos Los Simpsons.
— ¿Estoy alucinando? ¿O de verdad hay muchos gatos? — pregunté un poco alterado, he visto gente alucinando cuando fui de voluntario a un hospital, y se siente extraño.
— seis gatos y una camada en camino — respondió la abuelita de Bill mientras acariciaba la panza de uno de los gatos — Billy cariño, ¿te importaría ayudarme con un bocadillo para tus amigos? — preguntó dirigiéndose a Bill, quien sólo asintió para empezar a caminar a la cocina.
— ¿Te duele mucho? — me preguntó Lucy mientras se sentaba a mi lado notando que mi mano seguía en un posible chipote del tamaño de mi cerebro.
Diablos, acabo de hacerme bullying a mi mismo.
— Algo — contesté un poco incómodo — ¿qué fue lo que pasó? — pregunté fijando mi vista en sus ojos miel
— Pues según Bill, te distrajiste y terminaste estampado en un poste de luz — contestó Lucy subiendo los hombros — iba cruzando la calle cuando vi a Bill cargándote con un poco de desesperación así que lo acompañé a la casa de tu abuela
— Gracias Lucy, en serio — dije con una media sonrisa que ella correspondió.
— Para eso están los amigos, ¿no?
Auch.
Narra Blake.
¡Por fin terminé! Todas las cajas de ropa y zapatos estaban completamente vacías y listas para irse a la bodega, apilé las cajas junto a la puerta y noté que faltaba mucho por desempacar.
Esto es más difícil de lo que pensé.
— Los patos se quieres despertar — escuché que decían a mis espaldas, mi giré viendo a Seth, quien estaba dando vueltas en la cama aún dormido — no se la lleven, por favor — balbuceó frunciendo el ceño, me acerqué lentamente hacia él notando que seguía repitiendo "no se la lleven" mientras rodaba por la cama.
Puse mi mano en su brazo intentando calmarlo, al principio funcionó pero luego volvió a moverse con desesperación, lo tomé de los hombros quedando bastante cerca de su rostro, Seth se quedó quieto, incluso parecía una piedra así que decidí despertarlo.
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Durmiendo en Nueva York - ACTUALIZACIONES LENTAS -
Teen FictionNueva York, el lugar donde uno trabaja aún más creyendo que los suelos se cumplirán con mayor facilidad. Vivir con tu mejor amigo podría traer muchos beneficios, uno aprende a ser independiente y a sacar el lado "madre" cuando Wes grita "Upps" Si p...