Capitulo 5

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La noche pasó como cualquier otra, sin contar que Trevor cantaba sin parar New York en la ventana hasta que Bill lo golpeó, a penas pude sacar mi pijama de las cajas y tender mi cama para dormir, los chicos se habían quedado a dormir para irse temprano, Seth durmió con su hermano y Trevor y Bill en la sala.

Eran las ocho de la mañana cuando mi celular empezó a sonar, la canción Worth it empezó a sonar alegrando un poco la mañana. ¿A quién engaño? No te puede alegrar la mañana algo que te despierta. Me quité la almohada que tenía en la cara y tomé mi celular, el cual estaba en mi mesa de noche casi a la orilla, la pantalla mostraba una foto de mi hermana así que me vi obligada a contestar.

— ¿Qué quieres? — pregunté de mala gana con la voz adormilada esperando que sea rápido lo que me diga.

— Que te levantes ahora mismo de tu cama y pongas a hacer café — cantó mi hermana intentando animarme pero colgué el celular para volver a dormir.

— Levantarme y hacer café — bufé volviéndome a acostar pero otra vez mi celular volvió a sonar, y sería mala idea no contestar, Tara suele insistir mucho, no lo digo yo, sino sus ex novios — ¿qué?

— Vuélveme a colgar malcriada y voy por ti — amenazó molesta — como sea, ¿ya te levantaste?

— Algo así — pregunté viendo mis sábanas blancas con amor — ¿por qué quieres que me levante ahorita?

— ¿En serio Blake? ¡Está es Nueva York! Y puedo apostar a que toda tu recámara está llena de cajas, tienes que desempacar — contestó autoritaria — además, los chicos tienen que regresar a Nueva Jersey

— Y tú, ¿por qué te urge que regresen? — pregunté extrañada mientras me recargaba en la cabecera de mi cama pasando una mano por mi cabello seguramente enredado.

— No, por nada — contestó Tara con calma, con mucha calma a mi parecer — sólo dile a Seth que lo espero en mi departamento, si sabes a lo que me refiero — cantó divertida haciendo que mis ojos se abran más de lo normal.

— ¡Tara! — dije sorprendida, en la otra línea se escuchó una risa

— Los estoy invitando a comer, regresar de un viaje da mucha hambre  — contestó divertida — a parte de que Seth está guapísim...

— Tara, tengo que colgar, estoy en un túnel y se corta la llamada — le encimé tratando de cortar lo antes posible.

— ¿No estabas en tu cama?

— ¡Oh no! ¡Túnel de almohadas! ¡De.bo de col.ga.ar!

— Blake, eres una maldit... — colgué el celular aliviada, sabía que Tara no volvería a insistir así que puse el celular en la mesa de noche, y me quedé viendo las cajas cafés apiladas, una arriba de otra.

¿A Tara le gusta Seth y jamás me lo dijo?

— ¡Buenos días dormilones! Son las ocho cero cinco de la mañana y tenemos hambre — escuché la voz de Trevor afuera de los cuartos — sean buenos anfitriones y hagan el desayuno — ordenó antes de bostezar y tocar mi puerta.

— Pase — dije de mala gana mientras me ponía una chamarra, la puerta se abrió, pero en vez de Trevor, los ojos azules de Bill se hicieron presentes.

— Bueno días pequeña Blake — cantó mientras entraba haciendo un baile un poco raro — adivina quien tiene hambre - sonrió con inocencia.

— ¿Quién? — pregunté mientras Bill se sentaba en el pie de la cama

— Adivina — volvió a decir divertido, rodé los ojos mientras escuchaba la pequeña risa de mi amigo. Si, ya somos amigos, de esos que se cuentan secretos según Bill.

Durmiendo en Nueva York - ACTUALIZACIONES LENTAS -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora