— Bueno querida Blake, creo que eso lo sabrás en otra ocasión — dijo sonriendo oprimiendo el botón del elevador
— ¡Oh vamos! ¿desde cuándo es un secreto? — pregunté divertida dándole un empujón haciendo que Seth empujará a una señora madura como fruta que iba saliendo del elevador.
— Niños groseros, ¿qué clase de educación recibieron? — dijo la señora de traje verde abrazando un puddle de peluche.
— Perdone señora — se disculpó Seth intentando verse inocente, la señora lo fulminó con la mirada hasta que bajó a sus brazos tatuados, de ahí si mirada fue una asustada.
— ¡Maleante! — gritó señalando a Seth para luego salir corriendo — ¡Vamos Anacleta! — le gritó al peluche al salir del edificio elevando las rodillas.
Jamás había visto a una viejita correr a esa velocidad. Seth se quedó con el ceño fruncido y entramos al ascensor. Seth oprimió el botón número cinco y las puertas se cerraron al mismo tiempo que Love me like yo do empezó a sonar en la pequeña bocina poniendo el asunto incómodo.
— Esa señora vive en un tabú, ¿no? — preguntó Seth incómodo mientras se despeinaba su cabello rubio obscuro.
— Si, e igual piensa estar en Toy Story, ¿viste cómo le habló al peluche? — pregunté divertida
— No es un peluche — dijo Seth ofendido, lo miré extrañada y luego sonrió — es Anacleta — aclaró alzando el dedo indice orgulloso.
El ascensor paró pero las puertas no se abrían, la pequeña pantalla seguía marcando el piso cuatro, Seth golpeó un poco la puerta, pero esta se negaba a abrirse, tragué saliva nerviosa, nos habíamos quedado encerrados en una gran caja completamente plateada.
Apreté el botón de emergencia y esta hizo un ruido fuerte haciendo que Seth y yo nos cubriéramos los oídos, en la pequeña bocina empezó un sonido vibrante para luego escuchar a alguien masticar.
— ¿Ya se encendió esta cosa? Oh ya, hola, perdonen por la falla del ascensor, ya llamamos a alguien que lo solucione, puede ser que se demore en regresar el ascensor a su funcionamiento normal, así que si no les molesta, podrían esperar aproximadamente dos horas. Oye Fred, ¿tienes salsa pasa esto? Dámela. Bueno, lamentamos hacerlos esperar. — la bocina hizo un sonido agudo y otra vez música empezó a brotar de ahí. Intercambié miradas com Seth y solté un suspiro pesado.
Estoy en un ascensor descompuesto a lado del chico tatuado que me ha gustado desde no se cuanto tiempo y la música no favorecía la ocasión. Si bien no me equivoco, aquí es donde nos declaramos nuestro amor.
Oh claro, él le aclaró a Wes que no siente nada por mi.
Seth se sentó recargándose a un extremo del elevador, acto que imité del otro lado quedando frente a frente con el tatuado, nos miramos fijamente sin decir nada y cada segundo que pasaba, mi incomodidad aumentaba cada vez más.
— ¿Por qué nos miramos así? — pregunté sin apartar la vista, Seth me veía con concentración haciendo sus ojos azules más pequeños de lo normal.
— No lo se — contestó confundido para luego cambiar su expresión a una emocionada — juguemos algo, que te parece Veo veo
— Esta bien, yo empiezo — aclaré viendo todo mi alrededor — veo con mi pequeño ojo algo color plateado
— ¿El ascensor? — preguntó Seth sonriendo
— Si, te toca — contesté pasando mi mano por mi pelo como suelo hacer seguido
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Durmiendo en Nueva York - ACTUALIZACIONES LENTAS -
Roman pour AdolescentsNueva York, el lugar donde uno trabaja aún más creyendo que los suelos se cumplirán con mayor facilidad. Vivir con tu mejor amigo podría traer muchos beneficios, uno aprende a ser independiente y a sacar el lado "madre" cuando Wes grita "Upps" Si p...