Ella cansada de sufrir por una guerra que no es suya.
Él cargando con una valentía que no es suya.
Dos almas obligadas a encontrases pero... ¿a tener un final feliz?
EMPIEZA : 15/07/2024
TERMINA
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Lucerys esta muerto, dando por acabado cualquier intento de paz.
Yelena se encontraba en el cuarto de su hermana, peinando a su sobrina. Desde la muerte de su querido sobrino Luke la joven princesa se sentía triste y su rostro demacrado ya era visible.
Por los pasillos parecía un fantasma andante y así se le empezó a llamar entre las criadas.
La princesa fantasma.
-Hermana.
-Dime Heleane.
-¿Has visto ratas?
-No.
-Hay ratas por el castillo, eso me da miedo.
Yelena observó a su hermana una última vez antes de volver su atención en su sobrina y Maelor.
El ambiente de la ambitqcion fue tranquilo hasta que Aegon entró, observando a sus dos hermanas. El joven rey se acercó a su hermana menor, para ver si ese era su hijo.
-¿Y Jaehaerys?
-En sus clase- dijo Helaena-, no lo molestes.
-Vamos hermana
Aegon tendió su mano a su hermana menor para retirarse juntos. Esta la miro con duda pero que más podría hacer.
-Yelena y yo nos retiramos.
-¿Y si no quiere ser rey? -soltó Helaen.
Aegon observo a su esposa con desprecio. No era nada nuevo que Aegon no amaba a su hermana.
-Tengo miedo.
-No lo tengas, Vhaegar protege de la ciudad.
-No de las personas si no de las ratas.
Tanto Yelena como Aegon y las criadas miraban alrededor. La joven princesa no sabía a lo que se refería su hija.
-No te preocupes supongo, la reina y su imaginación.
Aegon con una sonrisa arrastró a su hermana pequeña hasta la biblioteca donde se encontraba el joven Jaehaerys, el cual al ver a su padre se lanzó a abrazarle.
-Dime hermana- dijo Aegon mientras caminaban al consejo-, te iba a preguntar pero menuda tontería. Dese ahora vas a ser mi copera, bueno lo que dures, hasta que encontremos al mejor postor.
Yelena trago saliva ante las palabras de su hermano. El miedo le inundaba solo tenia 14 días del nombre.
-A menos que- susurro Aegon mientras dejaba a su hijo en el suelo-, quieras que te tome como segunda esposa.
Yelena observaba el suelo, tenía miedo de mirar a la cara a Aegon. No quería que la tomase como esposa, de cualquier de sus hermanos él era el peor.
-Vamos- dijo Aegon-, llegaremos tarde al consejo. La muerte de ese bastardo te afecta, ya no peleas.
